Star Wars: The High Republic – En la oscuridad es el segundo libro que llega a España de la nueva etapa editorial de Star Wars. Ambientada unos 200 años antes de Episodio I: La Amenaza Fantasma cuando los Jedi y la República están en su momento de oro y esplendor.
Este libro nos trae al padawan Reath Silas, un aprendiz al que le encanta leer y pasar su tiempo libre en los Archivos del Templo Jedi de Coruscant. Reath sueña con ser uno de los más grandes académicos de la Orden Jedi. Sin embargo, su maestra, la respetada y virtuosa Jora Malli, tiene otros planes para ellos: ha sido destinada al faro Starlight, el nuevo puesto de avanzada de la República en el borde del espacio conocido.
Reath deberá embarcarse en una nave que lo llevará a él y a otros Jedi a la frontera de la República. Sin embargo, durante el viaje surge un problema en el hiperespacio que deja varada a la nave, y el refugio más cercano es una inquietante estación espacial abandonada. A Reath le aguardan muchos secretos ocultos allí, y el padawan estará ante un cruce de caminos que podría sumir a toda la galaxia en la oscuridad.
Como vemos, las nuevas historias se arremolinan alrededor del Faro Starlight y el desastre del hiperespacio. En la anterior reseña que os traje, Star Wars: The High Republic – Una Prueba de Valor, ya vemos cómo la vida en la Frontera no es nada fácil, y la República y los Jedi se enfrentan a numerosas amenazas que aún están por descubrir.
Un desenlace descafeinado
En The High Republic – En la oscuridad tenemos a varios personajes muy diferentes unos de otros. Incluso los Jedi que acompañan al joven Reath son muy diferentes entre ellos. Cada uno arrastra un pasado tormentoso, y deberán enfrentarse a a su pasado y a un futuro incierto. Sin duda es lo mejor del libro, los diferentes personajes, sus inquietudes y cómo se enfrentan a lo desconocido. Respecto a la trama central, está muy bien desarrollada y muy interesante las tres cuartas partes del libro. Sin embargo, el final decepciona un poco. Deja con ganas de que la historia profundice más y tenga mayor impacto, lo que te acaba dejando con una mal sabor de boca final.
