La Torre de Nerón
La siguiente reseña no contiene spoilers de La Torre de Nerón. No obstante, puede contener spoilers del resto de la saga Las Pruebas de Apolo.

 

Rick Riordan cierra su épica serie Las Pruebas de Apolo con el quinto y último libro de la saga, La Torre de Nerón. Es la última oportunidad de Apolo, que se ha visto obligado a adoptar la forma adolescente de Lester Papadopoulos, de volver a su hogar. Junto a Meg, se dirige a la ciudad de Nueva York para enfrentarse a Nerón y Pitón con la esperanza de salvar al mundo de sus actos destructivos.

No te pierdas la reseña de La Tumba del Tirano, la anterior entrega –> aquí

Riordan se ha hecho un nombre por ser el rey de las historias sobre mitología. Y para este último acto de Las Pruebas de Apolo, hace todo lo posible para traer un final feliz y reflexivo a nuestros personajes principales. Desde la primera página del primer libro hasta la última de la conclusión de la saga, Riordan nunca se ha desviado de permitir que Apolo aprenda de aquellos que lo ayudan. Hay una evolución muy favorable del personaje.

En la forma de Lester, Apolo es expulsado del Olimpo. Los lectores han llegado a sentir empatía por el inmortal vanidoso y egocéntrico, que ha aprendido que hay más en la vida que ser un dios. Ser omnisciente no es todo lo que parece ser. Riordan no rehúye de la idea de que sus personajes hagan el máximo sacrificio. Y La Torre de Nerón no es una excepción. Pero es el fantástico nivel de desarrollo que vemos en Apolo lo que hace que este libro y la saga sean tan memorables.

Los enfrentamientos son como se esperaban: choques épicos del bien contra el mal. Pero lo que realmente me atrajo de esta serie fue Apolo. En forma humana, Apolo es un adolescente que debe aprender a ser humano, mientras se enfrenta a la maldad de los emperadores romanos.

A medida que se desarrolló la trama, Apolo aprendió mucho sobre sí mismo. El poder que tenía no era tan importante como las personas en nuestras vidas. Apolo aprende a superar el deseo de obtener su condición anterior porque finalmente encuentra una vida que vale la pena vivir.

Mientras es Lester, es un humano normal que aprende el valor de la amistad. Es precisamente esto lo que hace que Apolo sea una mejor persona y le permite tener la voluntad de completar una peligrosa misión para restaurar los oráculos y derrotar a los emperadores. Nunca hubiera conocido su verdadero valor si no fuera por Meg.

Meg es lo opuesto a Apolo en todos los sentidos. Es su guía y liderazgo lo que ayuda a moldear a Apolo para que sea el personaje que es en La Torre de Nerón. El carácter noble de Meg, al que nunca renuncia, permite a Apolo encontrar su humanidad.

Nerón es el villano clásico que quemaría toda la ciudad en la que vive. Mataría a miles por simple capricho. Y aunque Apolo odia a Nerón, se reconcilia con el hecho de que, en su pasado, él también había cometido actos indecibles. Un lector no pensaría que se puede enseñar nuevos trucos a un ser longevo, pero Riordan lo hace de manera excelente a través de su narrativa y su brillante desarrollo de Meg McCaffrey y Apolo.

La Torre de Nero trata el tema del sacrificio. ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para lograr conseguir justicia para todos? A veces uno debe viajar al reino del caos para encontrar su redención y renacimiento. Para Apolo, el caos trae el comienzo perfecto a una nueva vida.

Riordan usa además esta última entrega como una pequeña despedida del mundo de los mestizos. Aunque deja puertas abiertas para quizá alguna futura entrega.

La Torre de Nerón es la guinda del pastel, no solo de la saga Las Pruebas de Apolo, sino de toda la historia del Campamento Mestizo y de la obra de Rick Riordan. ¡Gracias por todos estos fantásticos años!

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