¿Os imagináis todo un país cuyo funcionamiento es similar al de una colmena? ¿Una ciudad donde la reina es el eje central? ¿Donde el resto de ciudadanos viven en completa armonía bajo una rigurosa rutina? Nada debería fallar en Ivia. Pero lo utópico no existe.
El fin de lo utópico
Después de muchos años en una ideal convivencia, alguien entorpece la paz de Ivia. Uno de sus perfectos ciudadanos ha tratado de asesinar a la reina.
¿Qué ha pasado?
¿Cómo ha pasado?
¿Y quién o quienes son los culpables?
Esta es la base con la que arranca La Reina de Ivia, la novela que hoy os quiero presentar.
Buenos personajes en una caso de investigación
La Reina de Ivia presenta a cuatro personajes principales. Cuatro chicos muy diferentes, peculiares cada cual es sus propias cosas.
En primer lugar, tenemos a Lucien. Un chico inteligente, pero aislado en la universidad de Tellus por su particular capacidad de hacer explotar cosas y lugares, entre otras asuntos. Es el único que es llamado por los ivianos para resolver el misterio del atentado en su país.
Para no hacer todo el trabajo, Lucien pide la ayuda a Adira y a Zilio. Adira es capaz de captar sucesos antes de que pasen y es muy buena observadora. Mientras que Zilio es excelente a la hora de esconderse.
El último en unirse es Galen. Este se suma a la fila para proteger al resto y por petición de la academia quien esta interesado en la cultura iviana.
Una buena premisa que decae
La idea que el autor nos presenta es muy interesante. Además a todo el caso de investigación se suma el mundo fantástico en el que sucede. La trama esta llena de acción y buenos momentos, incluso algunos graciosos, pero la trama central se hace algo lenta. El ritmo de la historia decae en algunos momentos, aunque el final está bastante conseguido.
A pesar de estos fallos en la narración, la parte descriptiva, tanto de Ivia como de los personajes, es muy correcta. También se puede destacar que no se explaya demasiado a la hora de contarnos como son los lugares, sino que te explica lo suficiente para ponernos en situación.
Así que estamos ante una novela muy aceptable a la que os invito a dejaros transportar hacia este mundo fantástico que Edgar Lorenzo nos describe entre sus páginas.