Comencemos con una cita de esta novela, La Lección de August:
«Sé que no soy un niño de diez años normal. […] Por dentro, yo me siento normal. Pero sé que los niños normales no hacen que otros niños normales se vayan corriendo y gritando de los columpios. Sé que la gente no se queda mirando a los niños normales en todas partes.
Si me encontrase una lámpara maravillosa y solo le pudiese pedir un deseo, le pediría tener una cara normal en la que no se fijase nadie. Pediría poder ir por la calle sin que la gente apartase la mirada al verme. Creo que la única razón por la que soy normal es porque nadie me ve como alguien normal.»
Así empieza este relato tan conmovedor. Como ya os comentamos en un post anterior, la adaptación al cine llegará a nuestro país en diciembre, y teniendo el verano por delante, ¿por qué no llevarse este libro a la playa y conocer así al pequeño August?
Con él aprenderás que todos tenemos sueños, miedos, intereses. Todos tenemos que vencer a las preocupaciones. Porque todos formamos parte de un mismo colectivo: la humanidad.
Y esa es la lección que nos transmite esta bella historia, un mensaje que hace falta que se nos recuerde constantemente.
Sin duda, una lectura muy recomendable, porque es esa chispa que de vez en cuando se enciende no sólo para aportarnos un agradable entretenimiento, sino también para hacernos reflexionar en lo maravillosas que son las personas. ¡Deja que salga lo mejor de ti, y compártelo con los demás!