Hace aproximadamente dos años, Quentin Tarantino nos brindó su novena película, Érase una vez en Hollywood. La película en cuestión nunca estuvo pensada como tal: en un inicio iba a ser una novela, pero múltiples aspectos hicieron que acabara siendo la película que tantas alegrías nos dio. Ahora, Tarantino nos brinda la historia tal y como fue pensada, en un libro. ¿Es igual de buena? ¿Es exactamente la película hecha en papel?
Aquellos maravillosos 60
Como digo, la película del 2019 provocó una recepción increíble por parte de crítica y público, uno de ellos yo. Me fascinó lo que se narraba, cómo se narraba y el mensaje que transmitía. Así que cuando empecé a leer Érase una vez en Hollywood – La novela tenía unas expectativas muy altas, las cuales puedo decir que se cumplieron a la perfección, pero que no creo que vayan a cumplir las de todo el mundo. Me explico…
Quentin Tarantino ha crecido con cine (la anécdota mil veces escuchada de que no estudió cine, sino que lo aprendió todo trabajando en un videoclub), es una fuente de conocimientos increíblemente grande del cine, sobre todo de su época dorada en los 60-70, si a esto le sumamos el increíble trabajo de estudio que dedicó para llevar a cabo la película, acabamos teniendo una enciclopedia humana.
¿Por qué digo esto? Porque si ya en la película se jactaba de ello, en el libro lo demuestra muchísimo más. Hay infinitas páginas en que lo único que se hace es hablar de la filmografía de un director, de un género cinematográfico o de la carrera de un actor. Incluso capítulos en los que se “corta” el hilo conductor de la historia solo para hacer eso.
Entiendo que esto pueda molestar o disgustar a muchos, pero yo que me considero un adicto al cine, a su historia y a las anécdotas que hay detrás de las grandes películas, a mí esas páginas me saben a oro.
Aquí tendríamos la primera “diferencia” con respecto a la película (digo diferencia, pero sería más adecuado decir “ampliación”). La segunda diferencia es cómo aborda a sus personajes.
Si la película ya esculpía bien las personalidades y caracteres de sus personajes, el libro ahonda aún más en ello, otro aspecto que disfruto mucho. Tarantino lleva esto a cabo alargando escenas que vimos en la película o mayoritariamente creando nuevas escenas. Esta segunda herramienta que usa me parece muy inteligente, ya que no solo son escenas nuevas dentro del momento en el que transcurre la historia, sino también escenas del pasado de cada uno de los personajes, lo que permiten entender por qué es así cada uno de ellos.
Esta “diferencia” (la cual podría volver a denominarse “ampliación”) creo que gustará a cualquier lector, ya que permite entender mejor las razones de cada uno de los protagonistas y así sumergir al lector en la historia.
Y llegamos a la tercera y última diferencia, la cual sería la que menos me ha gustado: su estructura narrativa. Digamos que a grandes rasgos, el hilo conductor de la película es el mismo que el del libro… PERO tiene unas pequeñas diferencias que provocan grandes cambios.
No entraré en detalles para no hacer spoilers, pero para que me entendáis: si en la película, una determinada trama/subtrama tiene un desarrollo “A – B – C”, en el libro algunos argumentos siguen un camino “A – C – B” u otras variantes, esto en la gran mayoría de casos genera una confusión mayor que no una mejora.
Conclusión
En resumidas cuentas, Érase una vez en Hollywood: La Novela, vendría a ser una “versión del director” o un “DLC”. Nos cuenta lo mismo, pero se aborda y profundiza en la industria del cine y en sus personajes. Si te interesa todo ello, este es tu libro, si no te interesa tanto, mejor déjalo pasar. En definitiva, café para cafeteros.