Tras el tan esperado anuncio de la fecha de estreno de la adaptación de PD: Todavía te quiero, y como todavía nos queda parte del verano por delante, no queríamos perder la oportunidad de hacer una recomendación literaria a nuestros lectores más románticos. De la autora de A todos los chicos de los que me enamoré, queremos hablaros de El verano en que me enamoré, primera parte de la trilogía Verano.
Jenny Han vuelve a hacernos soñar
Como ya nos pasó con su otra trilogía, Jenny Han comparte otra historia perfectamente imperfecta de un romance juvenil. Han no nos cuenta historias de flechazos, ni romances fáciles de alcanzar, dándole más realismo a su relato y consiguiendo de este modo atraparte. A diferencia de la trilogía anterior, El verano en que me enamoré nos incorpora además una parte de drama ajeno al círculo romántico.
La historia gira en torno a Belly, una chica de casi dieciséis años, enamorada en (no tan) secreto de un chico de verano. Al contrario que en otras historias, Belly es exactamente lo que tiene que ser: una chica de dieciséis años que en múltiples ocasiones, debido a su juventud e inexperiencia en la vida, mete la pata y habla más de lo que debería. Llama egoísta a otros, cuando ella misma lo es, y cree que los dieciséis es edad para ser tratada como adulta, pero sigue comportándose de manera infantil. Vamos conociéndola más a fondo, no solo a través del momento presente, sino de verano en verano, año tras año, así como su relación con el resto a través de flashbacks. Es una chica inocente, que solo busca pasar otro verano igual que todos los anteriores.
Para mí, era casi como si el invierno no valiese. El verano era lo que importaba. Mi vida entera se medía en veranos. Como si no empezase a vivir de verdad hasta el mes de junio, en esa playa, en esa casa.
Cousins, playa, piscina y chicos. Esa ha sido la mezcla perfecta en los últimos veranos. El verano empieza cuando todos se reúnen en la casa de la playa: Laura, su madre, su hermano, Steven, la mejor amiga de su madre, Susannah, y los hijos de esta, Jeremiah, el chico amable y atento, siempre sonriente y amigable, y Conrad, un chico apático, que pasa de amable a borde en cuestión de segundos. Pero este verano es diferente. Todos han crecido, incluso nuestra protagonista, la cual, a punto de cumplir los dieciséis, comienza a recibir la atención que hasta entonces no había tenido.
Todo está preparado para ser un verano perfecto.
Si lo es o no, tendréis que descubrirlo vosotros mismos. Pero queremos ayudaros a elegir a Jenny Han y su novela para acompañaros en las últimas semanas de verano.
Lo mejor y lo peor
Entre lo mejor del libro tenemos que es una lectura muy ligera, divertida en momentos y consigue engancharte. El personaje de Belly me pareció muy real, una típica chica en la frontera entre ser adulta y seguir en la adolescencia. Esta primera parte, al menos, explota poco al resto de personajes. Toda la novela está muy centrada en Belly y en el deseo del verano perfecto, lo que no nos permite llegar a empatizar al extremo con el resto.
La parte romántica, aunque es el tema central y está muy presente, al mismo tiempo es solapado por otros tipos de amor. No es exactamente algo negativo, pero tampoco del todo positivo. Cuando encuentras una novela con este título, esperas una historia totalmente romántica. Pero al mismo tiempo te permite conocer más las relaciones entre los personajes: hermandad, amistad, posesión…
En definitiva, una novela que os enganchará desde el principio. Y lo mejor es saber que no acaba aquí. Muy pronto, os traeremos la reseña de No hay verano sin ti y Siempre nos quedará el verano, la continuación y la conclusión de El verano en que me enamoré.
¡Feliz verano y buena lectura!
Trilogía Verano
1. El verano en que me enamoré
2. No hay verano sin ti
3. Siempre nos quedará el verano