El ciclo del eterno emperador

El mes pasado salía a la venta el nuevo libro de una de nuestras autoras favoritas, Laura Gallego. Su título es El ciclo del eterno emperador y nos sitúa en el reino imaginario de Akidavia.

El emperador de Akidavia es eterno. Tras morir, su esencia pasa a un recién nacido quien es llevado a palacio y educado para tomar las riendas del imperio. Vintanelalandali (fácil de recordar) es la próxima encarnación. Pero su claro destino se ve truncado con la aparición de Kelan, un muchacho de pueblo cuya vida cambia de golpe. El futuro del imperio está en juego. Y también la vida del eterno emperador.

Laura Gallego nos trae una nueva historia original e interesante. A través de sus capítulos, divididos en dos narradores diferentes, vamos conociendo a sus personajes principales, así como aquellos que los rodean. Aunque por el titulo del capítulo sabes qué tipo de narrador te vas a encontrar (los capítulos de Vintanelalandali en primera persona en forma de diario, los de Kelan en tercera persona), se me ha hecho bastante confuso estar cambiando de un narrador a otro.

Un detalle que la autora aporta a El ciclo del eterno emperador es mediante los nombres de los personajes. Hace algo parecido a lo que ya vimos en Guardianes de la Ciudadela, cuyos nombres todos contenían una «x». Por si alguien puede considerarlo spoiler, no mencionaremos qué tienen de especial aquí. Eso sí, encontramos muchos nombres bastante largos entre sus páginas. Y aunque me gustó el motivo de por qué está hecho así, ralentizaban mi lectura cada vez que tenía que leer varios de estos seguidos.

Si algo me gusta de Laura Gallego es que suele aportarles alma propia a los libros. Sin embargo, no he sentido esa conexión con El ciclo del eterno emperador. Es una historia con mucho potencial, pero de alguna manera no acabé de conectar con ella. Es una lectura ágil, pero dentro de que el desenlace es más bien sencillo (no de manera negativa) el argumento no tenía un claro objetivo y me sacaba de contexto no saber qué trayectoria mantenía.

Los personajes tampoco acaban de convencerme. Tanto Kelan como Vinta (que la autora me perdone por acortarlo) me parecieron insípidos y que se dejaban arrastrar por el oleaje de la trama sin ninguna fuerza. De entre ellos los que más me han gustado son ese grupo misterioso que siempre llevan el rostro cubierto. Me hubiese encantado tener más escenas protagonizadas por ellos, pero en un libro único como este, era complicado darles más espacio. Aun así, están presentes en las mejores escenas de acción y son de lo mejor que tiene el libro. No os cuento más de ellos, leed la historia.

En resumen, El ciclo del eterno emperador presenta un mundo interesante, pero un desarrollo poco atractivo, con personajes que no llaman la atención.

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