El mundo está plagado de monstruos. Algunos atacan a los viajeros en los caminos, otros asedian las aldeas hasta arrasarlas por completo y otros entran en las casas por las noches para llevarse a los niños mientras duermen. Axlin se ha propuesto investigar todo lo que pueda sobre los monstruos y plasmar sus descubrimientos en un libro que pueda servir de guía y protección a otras personas. Pero a lo largo de su viaje encontrará cosas que jamás habría imaginado cuando partió.
Una nueva y sorprendente historia
Laura Gallego vuelve a coger la pluma para transportarnos a través de mundos sorprendentes. Con su peculiar prosa nos envuelve de lleno en el mundo de Axlin plagado de criaturas espantosas que no dudaran en matarte. ¿Cómo sobrevivir en un mundo así? Axlin no esta dispuesta a dejarse matar tan fácilmente y se ha propuesto investigar todo lo que pueda con tal de ayudar a los suyos a sobrevivir. Así comienza El Bestiario de Axlin.
El Bestiario de Axlin pertenece a una trilogía titulada Guardianes de la Ciudadela, y aunque gran parte de la trama se centra sin duda en Axlin y su recopilación de monstruos, conocemos también a este peculiar grupo y su importancia va cobrando sentido a lo largo de la novela. A pesar de el hecho de no ser novela única, la novela no tarda en meterse de lleno en la acción. Aunque la primera parte puede hacerse un poco más pesada es más por la trama que nos cuenta que por el hecho de tener que dar explicaciones. Esto es una característica de Laura Gallego como escritora y es que no da grandes explicaciones. Y no las necesita. Simplemente se centra en contarte una historia y los detalles que necesites te los va contando cuando sean precisos, pero no ocupa gran parte a ello.
Una novela que no decepciona
Laura Gallego vuelve a conseguir engancharme y no decepciona. Con su segunda parte ya publicada (El Secreto de Xein) y su tercera en camino, no puedo menos que recomendaros su lectura y si todavía no habéis leído nada de esta autora os invito a adentraros en todos sus fantásticos mundos y aventuras. ¡Buena lectura terriceros!
