Hoy os hablo de la que fue mi última lectura del año pasado. Una continuación que llegó trece años después del gran éxito de la autora, El tiempo entre costuras (2009). Una novela que me atrapó de principio a fin por su trama, sus personajes y cómo se enlazaban a la perfección con hechos históricos nacionales e internacionales. Por ello, empezar a leer Sira me producía una sensación extraña: por un lado, anhelaba saber qué más aventuras podían depararle a su protagonista, y por otro, temía que esta continuación no estuviera a la altura de mis expectativas. ¿Cuál ha sido el resultado?

Tras concluirlo, Sira me ha parecido una novela notoria. Tal vez no me gustó tanto como su antecesora, pero he de reconocer que el estilo de María Dueñas y su bella prosa me hipnotizan y me obligan a seguir hasta haber alcanzado mi objetivo, a saber, llegar a la última página. Nuevamente nos presenta a una protagonista con la que empatizamos en todos sus vaivenes de la vida, con la que lloramos, reímos y padecemos. Sin duda, la que fue una vez una inocente costurera ha madurado y todas esas experiencias vividas la han convertido en una mujer fuerte, decidida y valiente. Una mujer que, pese a sus temores, se atreve una vez más con nuevas misiones, tal vez no tan arriesgadas como en la primera entrega, pero no por ello menos interesantes.
No obstante, a pesar de ser una novela muy bien hilada y con una trama interesante, le cuesta arrancar. Su primera parte es demasiado pausada, y no es hasta mitad del libro que empieza a remontar. También, personalmente, se han recuperado personajes de la primera novela que lastran el ritmo, creando tramas secundarias de relleno que entorpecen la historia. Esto hace que el resultado no sea tan redondo como lo fue El tiempo entre costuras. Además, el marco histórico en el que se ambienta carece de la tensión que vivimos anteriormente, aunque eso no significa que no sea atrayente o llamativo. Y sobre todo la conclusión carece de emoción, nuevamente porque decide rematar la historia cerrando una de las subtramas creadas para rescatar a un personaje que debería haberse quedado en el primer libro, sin más.
En conclusión, Sira es una buena continuación, sin llegar a emocionar tanto como su antecesora, pero gracias a la maravillosa pluma de María Dueñas volvemos a envolvernos en una trama de idas y venidas de un lugar a otro, con una protagonista que ha crecido a nivel personal, regalándonos momentos inolvidables. Conocemos a personajes nuevos que, a diferencia de la primera novela, no consiguen encandilarnos tanto y pocos quedarán grabados en nuestra memoria. No todo es perfecto, pero Sira tiene suficiente gancho para volvernos a enredar entre sus hilos.