Hola Oscuridad, mi vieja amiga. He venido para hablar contigo otra vez. Con estos versos comienza una de las canciones mas famosas de Simon and Garfunkel: The Sound of silence (El sonido del silencio). Un himno donde se acude a la oscuridad y soledad al estar rodeado de personas que, “hablan sin hablar y oyen sin escuchar”. ¿Os habéis sentidos agobiados y habéis tenido la sensación de desconectar y pasar tiempo a solas con esta vieja amiga llamada oscuridad? La mujer de la que hablaremos hoy, Robyn Davidson os contestaría con un rotundo sí. Con 25 años decidió que iba a atravesar el desierto australiano hasta llegar al mar y tras una ardua preparación, con 27 años se lanzó a la aventura. Su historia inspiró la película El viaje de tu vida. ¿Preparados para emprender un viaje de 2.700 quilómetros por el desierto?
El Viaje de tu vida es una coproducción en la que participaron Australia y el Reino Unido. La película fue dirigida por John Curran e interpretada por actores con un futuro muy prometedor en el cine: Mia Wasikowska y Adam Driver. Wasikowska encarna a Robyn Davidson mientras que Driver dejará aparcado el sable laser y portará una cámara de fotos pues interpretará al fotógrafo Rick Smolan de National Geographic que inmortalizó las imágenes de la aventurera. La historia de Davidson arranca con una idea, recorrer los 2.700 de quilómetros de abarcan el desierto de Australia y llegar hasta el mar. Tenemos “el qué”. Pero ¿y “el cómo”? Robyn Davison sabe que para cumplir su meta debe, primero, conseguir camellos. Segundo, aprender todo lo relacionado a montarlos y cuidarlos. Y, tercero, debe conseguir dinero. Pues bien, ella ni tenía camellos, ni sabía ni papa sobre el cuidado de este animal e iba muy escasa de dinero. El viaje de tu vida nos muestra cómo nuestra protagonista venció estas tres trabas. Trabajó gratis en una granja para aprender la doma y el cuidado que conllevan los camellos. Y consiguió que la afamada revista National Geographic patrocinara su epopeya. Y así fue como en 1977 comenzó su viaje con la única compañía de cuatro camellos y su perrita negra Diggity. Olvidaos de Google maps ni tecnología puntera porque Davidson tan solo se guió por una brújula que marcaba el oeste.
Muchas historias sobre exploradores tienen un tono épico y se centran en los motivos que mueven a los personajes a ir tras la meta para reflejar lo importante que es para ellos cumplir su sueño. Este no es el caso. Si bien es cierto que el largometraje nos muestra mediante flashbacks aspectos de la vida de la protagonista, la parte central de la película no serán ni las motivaciones ni los problemas que surgirán durante el viaje. Más bien, el eje central serán las vivencias y la búsqueda de la soledad que persigue Robyn Davidson. De hecho, ella misma se describió como una implacable defensora de la soledad. Igual que su protagonista, El viaje de tu vida es una película de pocas palabras. El diálogo pierde peso a favor de la fotografía. Una decisión que me parece albergar mucho sentido. Recordemos que la revista National Geographic cubrió la travesía. Igual que haríamos leyendo la revista, aquí observaremos espectaculares imágenes del desierto australiano que hacen del viaje y del paisaje dos personajes importantes en la trama.
Quizá al espectador se le pueda hacer cuesta arriba la falta de diálogos. O puede que le resulte difícil empatizar con el carácter hosco de la protagonista. Pero creo que es un viaje que vale la pena conocer. Davison estaba algo cansada de las personas que hablan sin hablar y oyen sin escuchar descritas en la canción de Simon & Garfunkel y abrazó a su vieja amiga oscuridad y luchó por conseguir el sonido del silencio. “Hemos creado un mundo lleno de distracciones para que no tengamos un mundo interior. Si lo tuviéramos empezaríamos a pensar sobre cosas más serias, profundas y diferentes” declaró para la revista Time.
¿Os animáis a oír el sonido del silencio y acompañar a la chica de los camellos y su perrita negra en su travesía por Australia?
El viaje de tu vida está disponible en Amazon Prime y Filmin.
¡A disfrutar!