Este fin de semana hemos tenido la oportunidad de asistir virtualmente a una de las masterclass dedicada a las heroínas del Estudio Ghibli, y programada por el Festival Audiovisual Joven de Barcelona, conocido como RETEENA.
RETEENA es una asociación cultural formada por:
Maria Castellví: Guionista y realizadora, especializada en pedagogía audiovisual. Imparte talleres de creación audiovisual con jóvenes en entidades como El Parlante, la Escuela Súnion o Filmclub. Actualmente es Coordinadora de actividades en la Academia del Cine Catalán y es profesora asociada de la UPF.
Claudia Mera: Graduada en Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra y máster en Film Business en la ESCAC. Especializada en la distribución de películas ha trabajado a Paco Poch, Compacto Films, DocsBarcelona y Polar Star Films. Actualmente trabaja en la distribuidora de cine infantil Rita & Luca Films y es profesora asociada de la UPF.
Ha sido una sorpresa muy grata descubrir este festival. Y más después de haber disfrutado de la siguiente masterclass.
Las heroínas del Estudio Ghibli
Israel L. Escudero, guionista, montador y profesor de narrativa audiovisual en la Escola Joso de Barcelona, presentó de modo virtual esta masterclass tan interesante. Dirigida a los amantes del trabajo de esta productora de animación japonesa, y con una duración de apenas veinticuatro minutos, esta masterclass se centró en sus protagonistas femeninas. Es interesante el análisis que hace de la historia del machismo en Japón y cómo el estudio se diferenció del resto de personajes femeninos de otros trabajos de anime y manga, que sexualizan a la mujer. De hecho, Miyazaki expresó más de una vez su aversión a esta representación de la mujer en la cultura japonesa. Más bien, vemos el potente carácter feminista de sus personajes, dotados de características como la valentía y el espíritu aventurero. Y la innovación que supuso el conferir características de este tipo a dichos personajes, que en otras producciones habrían recaído en héroes masculinos.
El personaje de Nausicaä del valle del viento (1984), considerada la primera película del Estudio Ghibli, fue un punto de partida que marcaría el resto de la filmografía de la productora. Y es que a partir de Nausicaä, el concepto de crecimiento personal (coming of age) fue el tema recurrente reflejado en sus heroínas. Algo que también se ve en la protagonista de Susurros del corazón (1995). Si bien la obra es encuadrada en el género shojo (destinado a ser consumido por chicas jóvenes), se diferencia del resto porque la subtrama romántica no es el hilo conductor de la película y no es lo que mueve al personaje principal.
No obstante, los personajes masculinos no quedan relegados a un papel cómico. Todo lo contrario, son igual de interesantes. Los presenta como compañeros, o aliados. Hay igualdad, no superioridad.
El legado de las heroínas del Estudio Ghibli continuará durante décadas
A pesar de que las películas están ambientadas en mundos fantásticos, las heroínas del Estudio Ghibli son cercanas al espectador. Se caracterizan por una visión optimista del mundo, se mueven por una motivación directa y limpia. Podría parecer propio de un personaje plano y poco elaborado, pero está muy lejos de la realidad. Las heroínas de Ghibli «son únicas, y no necesitan de filigranas de guión ni premeditadas estrategias de marketing para ser interesantes y reconocidas dentro de la industria de la animación actual.»
Este hecho ha influido en personajes de otras productoras, como Disney, los cuales se enfrentan a las convenciones y cuyas tramas no desembocan necesariamente en un desenlace romántico.
Sin duda, los personajes femeninos creados por Hayao Miyazaki y Isao Takahata marcaron un antes y un después. Han influido positivamente en la visión de la mujer en el mundo audiovisual. Y, como bien dice el ponente de esta masterclass, ojalá llegue el día en que estas charlas dejen de tener notoriedad. Eso significará que la elección de personajes femeninos será visto del mismo modo que los héroes masculinos, sin ser destacado como algo excepcional.