El director consigue acabar su saga de superhéroes de una manera casi impecable.
Hace casi 20 años que Shyamalan nos dio a conocer a David, un hombre que sorprendentemente fue el único superviviente de un accidente de tren. Hace unos 2 años nos presentó a Kevin, un joven con trastorno múltiple de personalidad, donde una de estas personalidades era una bestia aterradora. Y este viernes, después de mucho trabajo, nos presentó la unión de estas dos grandes historias para ponerles fin: “Glass”.
De dónde partimos y a donde vamos
La historia se sitúa tres semanas después de los acontecimientos de “Múltiple”. Kevin y sus diversas personalidades siguen atormentando a la ciudad de Philadelphia.
Pero, ¿qué está haciendo David? ¿Que ha estado haciendo estos 20 años? El inicio de la película nos responde esta duda que teníamos todos, y nos enseña como David, desde que se enteró y aceptó sus cualidades sobrehumanas tiempo atrás, ha estado desempeñando la función de protector de la ciudad impartiendo justicia donde la ley no puede llegar. Pero ahora David tiene un objetivo, uno con el que no se ha visto antes, encontrar y detener a alguien con características y poderes similares a los suyos, cazar a ‘La Horda’.
A partir de aquí el camino que seguirá la historia será emocionante, sorprendente y psicológicamente intenso.
El verdadero protagonista, su ambientación
Dicha esta pequeña sinopsis, toca entrar en materia. Y creo que la mejor manera es hablando de uno de los puntos mas fuertes de la historia, su protagonista. Y no, no hablo ni de David, ni de Kevin, ni de Don Cristal. Hablo de la estética y ambientación de la película.
¿Por qué digo que es la ambientación la verdadera protagonista?
Porque nuestro querido amigo Shyamalan le ha dedicado mucho tiempo y mucho cariño a todo lo que nuestros sentidos pueden percibir, más que en otra película suya, en mi humilde opinión. Me explico, desde el principio de la película hasta el final estamos en un viaje audiovisual: el director juega con la dirección, con los colores, con las luces, con la música, con los sonidos, con absolutamente todo, con el fin de sumergirnos en la película.
Da igual donde transcurra la acción (ya sea una calle, una habitación o un túnel), siempre habrá un color predeterminado, una luz concreta, un ángulo de cámara detalladamente seleccionado y una música muy acorde con lo que se ve y lo que se siente. Sin ir más lejos podemos ver como siempre aparece el morado para Mr. Glass, el verde para David Dunn, el ocre para ‘La Horda’ y el rosa para la doctora Ellie. Lo dicho, un espectáculo para la vista y el oído.
Sus protagonistas y sus personalidades
Aspectos técnicos a un lado, y centrándonos en la trama en sí, también elogiar al director en este aspecto. Shyamalan consigue, en dos horas que dura la película, explicarte todo lo que quiere, ni más, ni menos. Y aparentemente no era algo fácil, es decir, que en dos horas expliques qué ha sido de los tres personajes principales todo este tiempo, conseguir juntarlos, que interactúen y que evolucionen hasta un final, requería tiempo. Y si a esto le sumamos el hecho de incluir nuevos personajes, se podría pensar que el ritmo de la película tendiría a ser excesivamente rápido para que se haga todo. Pero contra todo pronostico no es así, Shyamalan juega con los ritmos (a veces más lento a veces más rápido) para explicar como él quiere la historia, algo que tiene mucho mérito.
Siguiendo el mismo hilo, la historia en sí es todo lo que queríamos: queríamos ver a los tres susodichos juntos, queríamos ver a David versus La Bestia, queríamos ver una película de superhéroes donde predominase lo psicológico a la acción, … y todo esto gracias a unos personajes (interpretados por unos increíbles actores, mención especial a McAvoy) super bien construidos.
La relación que se da entre este triangulo protagonista es la esencia de la triologia, y con esta entrega aún más, ya que vemos a los personajes dudar de quienes son, de porque son así, de quién es el bien y quién es el mal, de si tienen derecho a hacer lo que hacen, y aún más, si siendo como son tienen derecho a existir. Todas estas preguntas que se hacen y se van contestando a lo largo de la película, todo este debate filosófico – psicológico, es lo que hace que esta película de ‘superhéroes’, la haga tan especial, porque a través de unos personajes que podríamos verlos pelear, perseguirse y gritar durante dos horas, vemos a unos ‘superhéroes’ que van más allá de esto, donde se debaten y se plantean dilemas morales.
Todo está conectado
Una última mención (y alago) que quiero hacer a Shyamalan sobre la película es lo bien que la ha conectado con las demás películas. No es solo que a medida que avanza la película se hacen menciones a hechos ya vistos en anteriores entregas, no es solo que aparezcan personajes de anteriores películas, es que consigue unir muchísimas cosas que pasan en este episodio con los anteriores. Y hasta aquí puedo leer… tendréis que descubrir todas estas cosas yendo a ver la película…
Las patas cojas de la película
Como siempre digo, no todo lo que brilla es oro, y esta película no iba a ser la excepción. Es decir, aun ser una gran película, no se libra de tener puntos negativos o que no estén a la altura de las expectativas, y estos factores son los siguientes:
Por un lado, la doctora Ellie Staple (interpretada por la magnifica Sarah Paulson) es el nuevo personaje principal que se nos presenta, y no es que este mal del todo, pero no es un personaje tan interesante como se nos vendía en el tráiler o cabría de esperar. Es decir, tiene momentos muy relevantes e importantes en el film, y sin ella gran parte de la película no tendría un hilo conductor, pero mi queja no es sobre su relevancia en la película, sino en la construcción de ella, su mentalidad, su personalidad. Quiero saber que le mueve, que siente, su pasado, … un conjunto de elementos personales que, de haberlos sabido, habrían dado más fuerza al personaje.
Un segundo factor que me ha desagradado ha sido la dirección en las escenas de acción. Si ya se que al principio he estado alabando la dirección de Shyamalan, pero la alababa en todo lo pertinente al clímax (tensión, misterio, emoción, …). En el apartado de escenas de acción flojea un poco, tira de recursos con los que no se la juega en exceso, quitándole adrenalina a la situación. Con esto no digo que no se disfruten las escenas de acción, digo que no se disfrutan tanto como se podría esperar.
Y por último destacar la falta de Robin Wright. Si nos remontamos a “El Protegido”, Wright interpretaba a la mujer de David, y no era simplemente el papel de ‘la mujer del héroe’, interpretaba al miedo principal de David, perder a la mujer que tanto amaba y por lo que lo había dejado todo. Es decir, Wright era lo que hacía humano al superhéroe. Por eso hecho tanto de menos a Wright en esta entrega, porque quería ver como había evolucionado la relación entre ellos, saber cómo veía las decisiones que tomaba David, … es decir, seguir viendo el drama familiar de la familia Dunn.
Conclusiones
Agrupando todo lo comentado concluiríamos diciendo que “Glass” ofrece lo que buscas, ver como finaliza esta historia de héroes y villanos que tan por sorpresa te pillo y que tantas expectativas te género en su momento. Disfrutas de la vuelta de las mas de 23 personalidades de Kevin (de nuevo necesito alabar el mérito que tiene la interpretación de McAvoy), de la presencia de David (es un gusto ver de nuevo a Willis interpretando este papel, ya no solo por lo que implica en la historia, sino porque se puede volver a ver a Willis en un proyecto cinematográfico de nivel) y del malvado Don Cristal tejiendo sus malvados planes (de Jackson poco hay que decir que no hayamos visto ya antes) en un viaje de 2 horas que te hará sentir como un niño pequeño en un parque de atracciones.