A. Galiano Correa

Una vez más, queremos hacer hueco en este Mes del Libro a algunos de esos autores que nos han hecho viajar a otros mundos y vivir grandes aventuras. En esta entrevista conoceremos a A. Galiano Correa, autor de la novela Cenizas de la Empatía y el recopilatorio de relatos La Foresta Lunar. Dejemos que él mismo nos cuente más sobre sus historias y su experiencia.

En primer lugar, muchas gracias por concedernos esta entrevista y por la oportunidad de conocerte un poco mejor. Es por ello que queremos comenzar preguntándote: ¿qué puedes contarnos sobre ti?

Soy una persona que ama su espacio y tiempo. Necesito periodos de aislamiento para poder armonizarme: crear, reordenar y asentar ideas. Disfruto del cine, las series, los videojuegos, la música atmosférica, y por supuesto de la lectura y la escritura. También considero primordial tomar unas cervezas o un vino en buena compañía.

Todos necesitamos nuestro pequeño espacio en algún momento. Y con respecto a tu faceta como escritor, ¿qué te inspiró a escribir?

Siempre he sido muy retraído, y socializaba poco de pequeño. Me refugié en el cine, los videojuegos y la lectura, por lo que crecí entre un constante bombardeo de historias. Estudié un grado de informática y monté una pequeño servicio técnico. Hace ocho años, tuve que cerrarlo por motivos de salud. En ese momento, me replanteé mi vida y mi futuro. Al haber vivido siempre entre historias, decidí comenzar a desarrollar las mías. Primero empecé con algo pequeño, con relatos breves, la mayoría recopilados en la antología La foresta lunar. Más tarde me aventuré con mi primera novela, Cenizas de la empatía: una cruda visión de un mundo postapocalíptico donde un misterioso hombre y su dron de protocolo intentan abrirse camino.

Dos obras que hemos tenido la ocasión de disfrutar. Nos has dicho que la lectura fue parte de tu refugio, por lo que entendemos que eres un gran lector. ¿Qué autores te influyeron a querer dedicarte a la escritura?

He sido un lector de literatura tradicional tardío. Siempre he leído, pero cuando era más joven leía sobre todo cómics y mangas. Hasta que no fui veinteañero, no profundicé de forma constante en la literatura.

Tengo varios autores de referencia, pero creo que a día de hoy elegiría los tres que creo que más han hecho mella en mí: Isaac Asimov, Cormac McCarthy y Dan Simmons. De Asimov me quedaría con sus diálogos; de McCarthy destacaría su forma sencilla, directa y cruda de narrar; y de Dan Simmons elegiría la cualidad de crear mundos complejos e increíbles pero reales.

Tres grandes autores de los que tomar nota. Por otro lado, ¿qué obras te han servido como base para tus historias?

Para Cenizas de la empatía me inspiré: en obras literarias como La carretera o Meridiano de sangre, ambas de Cormac McCarthy; en películas como El libro de Eli o Bone Tomahawk; en videojuegos como The Last of Us o The Witcher 3: Wild Hunt.

En La foresta lunar, he bebido de fuentes más conceptuales y cotidianas: un reportaje, una conversación con un amigo, una noticia del telediario, un chiste escuchado en una reunión…

Una inspiración muy variopinta que te sirvieron para crear dos grandes obras. Hablemos un poco sobre tu experiencia como escritor. ¿Cuál es la parte más difícil a la hora de escribir una historia?

En mi caso, empezaron siendo las descripciones. Tengo debilidad por los diálogos, y con las descripciones tenía la sensación de que ralentizaban la descarga creativa de la escena. Con el tiempo, esto cambió y ya no lo siento de esa forma. Ahora diría que lo más difícil de escribir una historia, en mi caso, es elegir el punto final de pulido: ese momento de no añadir ni quitar nada más y decir: «Así es como debe estar».

Nosotros somos nuestros peores jueces, eso es cierto. Y dinos, ¿a qué personaje de tu propia creación le guardas especial cariño?

De Cenizas de la empatía, me quedaría con Éoonim: un tímido joven desterrado que tiene que lidiar con un mundo feroz, contradictorio e intolerable. De la antología de relatos La foresta lunar, le guardo mucho cariño a Mauro. Pienso que es un personaje complejo y entrañable.

Sin duda, solo dos ejemplos de los personajes entrañables que podemos encontrar en tus obras. Hablemos un poco sobre el futuro. ¿Estás trabajando en algo actualmente? ¿Podrías darnos un pequeño adelanto?

He comenzado la tormenta de ideas de mi tercer libro. Aún está en una fase bastante temprana de estructuración. Por ahora, no deseo dar pistas, pero os puedo asegurar que seréis de los primeros blogs en saberlo. 🙂

Estaremos muy atentas a la espera de noticias. Basándote en tu experiencia, ¿qué le dirías a alguien que está pensando en empezar en el mundo de la escritura?

En primer lugar le diría que unos pilares fundamentales son la constancia y perderle el miedo a la página en blanco. Cuando se empieza a escribir y ordenar ideas, lo primero que ocurre es que puedes pasarte horas para escribir cuatro o cinco líneas, y pensar que has perdido el tiempo. La escritura es como el gimnasio: los primeros días o semanas se comienza con poco peso, pero cuando llevas unas semanas o empiezas a contar en meses, ves cómo las cuatro o cinco líneas escritas en un día se convierten en una, dos o tres páginas.

Lo segundo que le recomendaría es que se olvide de entrada de escribir una novela, por muy corta que sea. Lo mejor es comenzar a escribir relatos mientras se encuentran el estilo y la voz propios. Tras este periodo de prueba, ya puede uno embarcarse en una novela, y si para empezar es corta, mejor que mejor.

Y lo tercero pero no menos importante: cuando se haya terminado la escritura y pensemos que todas las tramas concuerdan, hay que revisar, reescribir y corregir; revisar, reescribir y corregir; revisar, reescribir y corregir… ¿Cuántas veces? Con el tiempo, cada autor sabe qué número de pasadas debe darle a sus obras, aunque no siempre sean las mismas: muchas veces no se encuentran las teclas adecuadas durante un tiempo. Pero para empezar, recomendaría que no menos de una decena de revisiones: comprobar que todo tiene coherencia, que los personajes están correctamente desarrollados, que no faltan ni sobran descripciones ni diálogos, y por supuesto, al final, que no hayan faltas ortotipográficas.

Tres buenos consejos y muy prácticos para todo aquel que esté pensando empezar en este mundillo. Y sobre tus futuros proyectos, ¿qué género te gustaría explorar en un futuro?

Por así decirlo, no soy un escritor de géneros puros, los que me han leído saben que soy bastante ecléctico en ese aspecto; pero sí me gustaría —y lo haré en un futuro pero no en el próximo libro— adentrarme en una fantasía medieval, no tradicional, oscura, cruda y misteriosa.

Será interesante leerte también en este género. Para acabar, dado que este mes está dedicado al libro, ¿qué título recomendarías?

Siempre es difícil recomendar solo uno, por lo que mencionaré algunos: Malaherba, de Manuel Jabois: un relato de descubrimiento adolescente. First Class: una antología benéfica con la participación de una veintena de autores, en los que me incluyo. Y Los cantos de Hyperion, de Dan Simmons: prolífica ciencia ficción cocida a fuego lento. Este último son dos volúmenes.

Muchísimas gracias por participar en está entrevista y por deleitarnos con tus obras.

Permitidme felicitaros por vuestro magnífico portal, Tierra Cero Blog. Acercar la cultura a la gente es una parte fundamental, sobre todo en estos tiempos tan convulsos. He disfrutado respondiendo a vuestras preguntas. Hasta siempre, o mejor dicho: hasta el próximo libro. 🙂

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