Nadie puede ofrecer líneas de diálogo con aplomo y una reconfortante resonancia emocional como Patrick Stewart, razón por la cual el actor y su famoso personaje de Star Trek, Jean-Luc Picard, siguen siendo tan queridos en la franquicia. Ofrece de nuevo una actuación sublime en la nueva serie de CBS y Amazon Prime Video, Star Trek: Picard. El canal ha hecho una apuesta grande en esta nueva aventura de la franquicia y nos ha dado un retrato intensamente personal de un almirante retirado de la Flota Estelar desilusionado y afligido.
Star Trek: Picard. Algo nuevo y diferente
Los eventos de Star Trek: Nemesis de 2002 son la trama y el andamiaje emocional con el que inicia Star Trek: Picard. La pérdida de uno de los personajes más queridos de la serie original impulsa toda la temporada, junto con el reinicio de la franquicia de la película Star Trek de 2009.
Esa película creó una línea de tiempo alternativa, causada por la supernova de la estrella romulana, en la que Picard dirigió un esfuerzo de reubicación humanitaria masiva para los aproximadamente 900 millones de habitantes romulanos. Pero luego los sintéticos rebeldes se rebelaron misteriosamente y destruyeron la armada de la Flota Estelar que había estado evacuando a los romulanos. Contra las súplicas apasionadas de Picard, la Flota Estelar incumplió su misión humanitaria y prohibió todos los sintéticos, lo que provocó la renuncia de un Picard desilusionado y desconsolado.
Ambientada 20 años después de los eventos de Star Trek: Nemesis, la serie comienza con Picard retirado en la viña familiar. Su existencia tranquila se ve interrumpida por la llegada de una misteriosa mujer llamada Dahj (Isa Briones), que le pide su ayuda. Y con su llegada, Picard se ve envuelto en una nueva aventura. Tras el rechazo de la Flota Estelar de concederle una nave, reúne a su propia tripulación: Christobal (Santiago Cabrera), un hábil ladrón y piloto de la nave La Sirena; Raffi (Michelle Hurd), ex oficial de inteligencia de la Flota Estelar y adicta en recuperación; Dr. Agnes Jurati (Alison Pill); y un refugiado romulano, Elnor (Evan Evagora).
Despilfarro nostálgico
El showrunner (y fanático de Star Trek) Michael Chabon es mas conocido por ser un novelista talentoso. Por lo tanto, no sorprende que Star Trek: Picard tenga un estilo de desarrollo lento y contemplativo como si fuera una novela, serializada para la pantalla pequeña. En otras palabras, es una desviación muy deliberada de la serie anterior de Star Trek, incluido la otra serie de streaming, Star Trek: Discovery. El cocreador Alex Kurtzman dijo que su objetivo era crear «un espectáculo más psicológico, un estudio del personaje sobre este hombre en sus años de emergencia». Eso es lo que convenció a Patrick Stewart de firmar para repetir su papel icónico.
Pero también es lo que algunos fanáticos incondicionales de Star Trek, acostumbrados a tramas rápidas y más episódicas, pueden encontrar frustrante. Es una estructura narrativa complicada, con múltiples hilos y varios flashbacks. El tono es más oscuro y más crudo, de acuerdo con el viaje psicológico de su afligido personaje principal. La Flota Estelar y la Federación, que alguna vez abrazó noblemente la diversidad y la unidad entre las especies de la galaxia, ahora son indiferentes a la difícil situación de los refugiados romulanos y abiertamente hostiles a los sintéticos. No es de extrañar que el idealista Picard parezca tan roto desde el principio. También hay muy poco en el camino del technobabble futurista, un sello distintivo de la franquicia y un factor importante en su popularidad.
Todo recae en los personajes
La serie se mantiene muy centrada en los personajes y el flujo y reflujo de sus interrelaciones. Hay muchos momentos agradables fan-service, incluidos los cameos de Data (Brent Spiner), William Riker (Jonathan Frakes) y Deanna Troi (Marina Sirtis). Siete de Nueve, interpretada de nuevo por Jeri Ryan (de Star Trek: Voyager) es un personaje especialmente bienvenido al elenco. Ahora es una vigilante con un grupo conocido como los Fenris Rangers que ayudan a los necesitados, pero sin dejar de lado su plan de venganza personal en caso de que se presente la oportunidad.
La misión original de Picard se convierte en una batalla para salvar a una raza entera, y esto se siente un poco en desacuerdo con los temas psicológicos de pérdida del personaje y la nostalgia por un pasado más idealista. Así mismo la estructura de los episodios parecían los de una miniserie, pero CBS renovó Star Trek: Picard para una segunda temporada de diez episodios antes de que el episodio piloto siquiera se emitiera. Así que, naturalmente, el final se queda en stand-by con respecto al destino del propio Picard. Solo esperamos que consigan darle el final que merece el personaje cuando decidan dejar de renovarla.
Star Trek: Picard está disponible en Amazon Prime Vídeo. Así que te invitamos, si eres fan y no lo has hecho todavía, a sumergirte en la nueva producción de la franquicia galáctica.
