Muchos ya habréis visto esta película original de Netflix que ha sido tan bien recibida por los espectadores en general. Tanto es así que en el próximo festival de Sitges se proyectará el filme. Nosotras no habíamos tenido oportunidad de verla, hasta hace poco. Y podemos decir que, como un gran número de vosotros, nos cautivó.
Una misión descomunal
La lucha de Mija por recuperar a Okja, un supercerdo cuyo destino ya estaba escrito antes de nacer, nos lleva a vivir una serie de aventuras que nos hacen reflexionar en varios aspectos de la sociedad actual.
Y es que el poder del dinero corrompe una vez más a las personas, y la película deja plasmado como en otras ocasiones que las grandes empresas dejan a un lado los valores morales con el fin de obtener el mayor número de benefícios posible, sin importar los sentimientos de nadie, y menos de una niña.
El ser humano es cruel con las personas y no va a serlo menos con los animales, justificándose que es por un bien común.
Para los amantes de los animales, puede que sufráis con alguna escena, con lo cual quedáis avisados. Sin embargo, diré en favor de la película que no se explaya en mostrarnos la crudeza de tales actos, algo innecesario, sino en dejar claro a través de su argumento cuán despreciables podemos llegar a ser sin una guía moral y una buena conciencia que nos diferencie.
Gyllenhaal y Swinton destacan
Un reparto destacable al nivel del filme, me llamó mucho la atención el cambio de registro de Jake Gyllenhaal, a quien creo que no había visto anteriormente en un papel así. Tilda Swinton cautiva una vez más, y Paul Dano – que compite en el lado contrario a los mencionados – no se queda atrás, dejándonos un agradable sabor de boca en cada una de sus escenas.
Completan el reparto otras caras conocidas, como Lilly Collins, Giancarlo Esposito y Shirley Henderson, y hay que hacer una mención especial a la estrella de la película, la joven actriz surcoreana Seo-Hyeon Ahn, quien nos regala una brillante interpretación.
En definitiva, os recomendamos esta historia tan enternecedora con moraleja final que nos hace meditar en el rumbo que toma la sociedad y en cómo a veces participamos sin medir las injusticias y la falta de moral que hay detrás de bambalinas.