El pasado viernes día 4 de diciembre, Netflix nos compartía la película con la que quiere arrasar en los Oscars (con permiso de El juicio de los 7 de Chicago): Mank. La película dirigida por el mítico David Fincher y protagonizada por Gary Oldman, Amanda Seyfried y Charles Dance ha recibido criticas altamente positivas por la prensa especializada y una opinión muy variable según los espectadores. ¿Queréis saber qué nos ha parecido?
Aquellos maravillosos años 30
Película sobre Herman Mankiewicz, guionista de Ciudadano Kane, que repasa el proceso de rodaje de la obra maestra de Orson Welles, dirigida y estrenada en 1941. La película toma como base un guion escrito por Jack Fincher, padre de David Fincher, antes de morir en 2003.
Blancos y negros
Me he tomado mi tiempo para hablar de Mank, ya que al acabarla me sentí decepcionado, muy decepcionado. Entonces, antes de lanzarme a escribir con malos pensamientos prefería reposar mis ideas y ver si algo cambiaba antes de escribir. Pero no, no han cambiado. Mank me ha parecido la película más flojilla de Fincher (teniendo en cuenta el maestro que es). Analicemos el porqué:
Creo que es justo empezar diciendo que no soy nada fan de Ciudadano Kane. No veo aquello que todos alaban de ella. No le encuentro esa magia y poderío de la que todos me hablan (aunque si comprendo y aplaudo la dirección y la innovación que supuso).
Digo esto porque la película gira alrededor de tres pilares: cómo se llevó a cabo Ciudadano Kane, la figura de Herman J. Mankiewicz (el guionista de ella) y cómo funcionaba el cine y los estudios en los años 30.
Entonces, si una parte importante de la película me habla de cómo se llevó a cabo una película que no me llama la atención, la cosa pierde un poco. Seguimos con los demás aspectos.
Si nos centramos en cómo enfoca y habla la película de los estudios, el cine, los guionistas y todo el personal involucrado en la industria, la cosa mejora un poquitín (pero no mucho más).
No os engañaré. En este aspecto de la película me esperaba encontrarme algo parecido a lo que hizo Tarantino con la excelentísima y brillante Érase una vez en Hollywood: un análisis curioso, con sentimiento, con comedia pero sobre todo con inteligencia.
Aquí, por el contrario, nos encontramos con un análisis de la industria mucho más enfocado al apartado político y social de la época que no al de la industria cinematográfica en sí. Ese es uno de sus grandes errores.
Yo como espectador quiero datos, nombres, títulos y un sinfín de etcéteras del cine de esa época. Quiero ver el proceso creativo, el cómo se lleva a cabo, cómo se dirige y cómo se actúa. Por el contrario se lanza de cabeza a debates políticos y sociales que no aportan nada al espectador (o al menos a aquel espectador, como yo, que buscaba cine y no política).
Hay momentos breves de brillantez donde se nota eso que buscamos los amantes del cine (como cuando Louis B. Mayer da un discursazo a los hermanos Mankiewicz sobre qué es el cine mientras recorren los estudios de la MGM), pero es una muestra muy pequeña.
Por último, el tercer eje, la figura de Herman J. Mankiewicz (el eje que tiene más peso, siendo la película casi un biopic de este).
Lamentablemente tres cuartos de lo mismo. Ni me interesa su persona, ni su relación con los demás, ni los otros personajes, ni nada. Estos personajes son completamente imprescindibles, no aportan nada. Te da igual quiénes son o lo que les pase, carece de interés.
Luz en la oscuridad
¿Tiene algo bueno Mank? Por supuesto, no todo va a ser malo (pero muchas cosas no tiene la verdad). Por un lado se salvaría el reparto. Oldman y Seyfried están bastante bien llevando todo el peso del “vacío” relato (aunque tampoco los veo de Oscar, como muchos expertos decían en su momento). Charles Dance, como ya nos tiene acostumbrados, tiene un poderío en pantalla que pocos actores.
Luego tendríamos su diseño de producción y su nivel técnico, que en esos en aspectos está de 10 (en concreto la fotografía). Ahí sí que tengo que decir que la película está muy cuidada, ese aspecto sí que es de estatuilla. Y, aunque no es de sus mejores trabajos, la dirección por parte de Fincher siempre es correcta (con guiños a Ciudadano Kane).
Y por último la estructura. Es curioso cómo un aspecto que es el que menos ha gustado, a mí me haya interesado tanto, incluso diría que es lo mejor de la película (cosa no muy difícil). Tiene un juego bastante interesante de pasado y presente que mantiene la atención del espectador.
Conclusión sobre Mank
Mi problema con Mank es que no me vale que tenga una buena atmósfera, ya que de nada sirve si se pierde en su objetivo.
En mi opinión más de la mitad del metraje está completamente lleno de diálogos que no desembocan en nada, personajes vacíos y elementos que aburren (cosa que no le perdono a Fincher).
Al acabar la película la sensación que deja es de ser un producto que quiere ser más de lo que llega a ser.