Basada en la novela aclamada por la crítica de Louis Bayard del mismo nombre, Los Crímenes de la Academia de Scott Cooper nos traslada a la época en que el gran autor literario Edgar Allan Poe era estudiante en la Academia Militar de West Point. Si bien la película es una obra de ficción, presenta una interpretación bastante intrigante y creíble de Poe, que incorpora a la perfección alusiones a sus poemas y cuentos posteriores.
Ambientada en 1830, Los Crímenes de la Academia ve a la academia militar sumida en la confusión cuando el cuerpo del cadete Leroy Fry (Matt Heim) se encuentra colgado de un árbol con el corazón sacado del pecho. La impactante violencia del ataque lleva a las autoridades locales a llamar al ex agente de policía de Nueva York Augustus Landor (Christian Bale) para investigar el caso, con la esperanza de atrapar al asesino antes de que una víctima se convierta en muchas. Requiriendo a alguien que conozca las idas y venidas de los cadetes que estaban cerca de Fry, Landor recluta a Poe (Harry Melling) para recopilar información.
La interpretación de Melling es exactamente lo que cabría esperar de un autor melancólico que luego escribiría cuentos inquietantes como El cuervo, Annabel Lee y El corazón delator, y ascendería a la fama como alguien que incursiona en la extraño y macabro. Melling combina bien con Bale, quien interpreta a Landor como un hombre que usa la brusquedad y la frialdad para enmascarar una oscuridad oculta. A medida que crece su amistad, también lo hacen los secretos que guardan entre ellos.
Oscuro y sombrío al estilo Poe
Con un ritmo lento y largos diálogos, Los Crímenes de la Academia se siente exactamente como se habría visto y sentido un procedimiento policial si hubiera sido escrito por Edgar Allan Poe. Las escenas con atmósfera sombría y encantada tambien aportan a la pelicula esa esencia de las obras de Poe.
Los Crímenes de la Academia es una película entretenida con unas actuaciones brillantes por parte de Bale y Melling. Aunque falla a la hora de contar la historia. El misterio en sí mismo nunca llega a hervir de la manera que podrías esperar. A pesar de su premisa bien elaborada y su buena configuración, la pelicula va perdiendo impulso o tensión a medida que avanza. Entretenida a partes, aburrida en otras.
