La escuela del bien y del mal es una adaptación del éxito de ventas de Soman Chainani, donde su mensaje sobre la amistad se ve ensombrecida por una trama intrincada y un espectáculo mediocre.
Las extravagantes mejores amigas Sophie (Anne Caruso) y Agatha (Sofia Wylie) viven en el triste y mezquino pueblo de Gavaldon, y ambas anhelan algo más emocionante en sus vidas. Su deseo se cumple inesperadamente. Ambas son transportados a la Escuela del Bien y del Mal. Aquí se educa principalmente a los hijos de los personajes más famosos de los cuentos de hadas. Siempre queriendo ser una princesa, Sophie está emocionada. Hasta que se da cuenta de que ha sido aceptada en la Escuela del Mal, dirigida por la nefasta Lady Lesso (Charlize Theron). Mientras tanto, Agatha, que transmite una personalidad más apagada, es elegida para la Escuela del Bien, dirigida por la entusiasta profesora Dovey (Kerry Washington).
El director Paul Feig intenta superponer elementos cómicos en el guion, ofreciendo un giro desvergonzado a los cuentos de hadas y las películas de fantasía. Pero ni siquiera el humor consigue llenar al público.
Una película de fantasía sobre cuentos de hadas con muy poca magia propia
Aunque la película está claramente dirigida para un publico más joven, Feig no tiene miedo de dejar que entren en juego tonos más aterradores. En esos momentos, La escuela del bien y del mal cobra vida brevemente, recordando a los espectadores que los cuentos infantiles para ir a dormir a menudo están llenos de amenazas. Pero Feig no muestra mucha habilidad para las escenas de acción, y las secuencias de fantasía carecen de la maravilla que las haría especiales.
Caruso y Wylie tienen una relación burbujeante, lo que hace que sea una pena que sus personajes no estén especialmente bien dirigidos. Por otro lado, ninguna de ellas tiene mucha química con el personaje de Jamie Flatters, quien está destinado a actuar como un reflejo cómico del valiente caballero de armadura brillante. Solo que no aporta suficiente giro a los estereotipos de su personaje.
A pesar de algunas escenas conmovedoras en las que Sophie y Agatha reafirman su vínculo en medio de apuestos pretendientes y hechizos tortuosos, La escuela del Bien y del Mal termina siendo una historia poco desarrollada para dejar que su relación florezca. No hay un felices para siempre esperando al público al final de la película.
