La chica de nieve es la nueva serie de misterio de España que llegó a Netflix la semana pasada. Una serie que sin duda te atrapará y no querrás dejar de ver hasta el final.
La chica de nieve es una miniserie basada en el libro del mismo nombre, escrito por Javier Castillo. La serie está protagonizada por Milena Smit, José Coronado, Aixa Villagrán, Tristán Ulloa, Loreto Mauleón y Julian Villagrán. La serie cuenta la historia de Miren, una joven reportera que se interesa por el secuestro de Amaya Martín, de 5 años. Cuando, años después de su secuestro, aparecen nuevas pistas que podrían conducir a la ubicación de la niña, el pasado de más de una de las personas involucradas volverá para abrir viejas heridas.
La chica de nieve es una historia clásica de secuestro, en este caso, desde la óptica de una reportera. Miren tiene sus propios problemas y un pasado turbulento, pero tiene las agallas para ir mucho más allá que la policía en busca de la verdad. Es una historia bastante sorprendente, y con solo seis episodios, la serie no pierde el tiempo.
David Ulloa y Laura Alvea dirigen los episodios y hacen muy buen trabajo al plasmar la desesperación y el miedo que algunos personajes comienzan a sentir a medida que avanza la historia. La selección de planos utilizados para transmitir todos estos sentimientos está muy bien logrado, y fácilmente puedes ponerte en la piel del personaje y sentir lo que siente. La miniserie tiene esa atmósfera misteriosa que acompaña muy bien a este tipo de historia. El ritmo está bien marcado y no hay momentos muertos a lo largo de los episodios.
Sin embargo, si hay algo que falla podría ser la actuación de algunos de sus personajes. Una parte fundamental en la gran mayoría de películas o series es el hecho de poder sentir que lo que se ve es real. Sin embargo, ciertas actuaciones o algunos diálogos simplemente no crean esta ilusión.
A pesar de ello, no hace que la serie se vuelva menos interesante. El misterio en el centro de la trama es suficiente para mantener al espectador concentrado. La serie no tiene que venderte la idea de que lo que está pasando es horrible, sabes que lo es. Entonces, pasas la mayor parte de los seis episodios esperando y deseando que algo bueno pueda salir de esto.
Al final, La chica de nieve es una serie entretenida, a pesar de sus fallos. Su buen ritmo puede ser la mayor ayuda para la ficción, ya que nunca permanece en un lugar por mucho tiempo. Las actuaciones no acaban de cuajar, pero Milena Smit se destaca como la intérprete más consistente y, por lo tanto, su personajes sirve como un buen punto de vista desde el cual experimentar toda la historia.
La chica de nieve ya está disponible en Netflix y desde Tierra Cero os la recomendamos.