«La Casa de la Esperanza» («The Zookeeper’s wife» en inglés) se estrenó el mismo fin de semana que «Wonder Woman», película que eclipsó a otras como la mencionada por el bombardeante merchandising de hacía ya varios meses y, por ello y otras razones, ha pasado a estar en un segundo plano.
De la hoja a la pantalla
Para los que no hayáis oído hablar de ella, el filme, basado en la novela del mismo título en inglés de Diane Ackerman, trata la conmovedora historia real del matrimonio formado por Jan y Antonina Zabinski, los propietarios del Zoo de Varsovia, que tras la invasión del ejército nazi en Polonia, deciden esconder allí a judíos que huyen del régimen, dándoles así la oportunidad de sobrevivir y empezar una nueva vida lejos de allí.
Otra película con el telón de fondo de la Segunda Guerra Mundial, un tema que el cine no deja de explotar para poder presentar dramones que revuelvan el estómago por tanta inhumanidad. Sin embargo, después de leer algunas críticas que no hablaban muy bien de lo nuevo de la inagotable actriz Jessica Chastain, desde mi modesta opinión como espectadora no me ha parecido una mala cinta por varias razones.
Daniel Brühl no da la talla
El ritmo es bueno, ni lenta ni rápida. No se explaya en mostrarte las injusticias de una época de la que lamentablemente ya conocemos bastante, cosa que se agradece. No hay escenas demasiado explícitas de tales monstruosidades, lo que me parece un acierto, puesto que la gran mayoría de veces (por no decir siempre) es innecesario convertir tales actos en un espectáculo. Fue una crueldad, una de muchas.
Algo malo que añadir sería la poca acción que contiene. Pero, al fin y al cabo, poca acción presentaba el argumento. La película tiene sus altibajos: momentos que parecen que vayan a acabar en algo grave y que se desvanecen sin más. Daniel Brühl se desinfla a mitad de película, convirtiendo su papel como «villano» de la historia en un insignificante peón luchando en el bando malo por sus intereses, pero sin decantarse al final por ninguno en particular.
También podrían haber explotado más algunos personajes secundarios, con los que podríamos haber empalizado más por sus tragedias. Aun así, los pocos diálogos que los protagonistas, sobretodo el personaje de Chastain, mantienen con ellos nos hacen sentir su dolor y desgracia.
Animales y judíos en Varsovia
Para los amantes de los animales, hay que advertiros de que, si bien son pocas las escenas en las que se les vea padecer, hay alguna, y puede herir los sentimientos del espectador, dependiendo de su sensibilidad. Relacionado con este tema, había leído alguna crítica que mostraba al filme más como un retrato del sufrimiento de los animales que del sufrimiento de los judíos residentes en Varsovia. No puedo estar de acuerdo con eso. Los animales tienen el protagonismo que les pertoca, poniendo en un primer plano los esfuerzos de la familia y amigos por salvar al máximo número de personas posible de un terrible final inmerecido.
Cabe destacar una vez más la actuación de Jessica Chastain, es una pedazo actriz. En estos últimos años la hemos podido disfrutar en papeles diversos, y es que haga lo que haga, nos gusta, y aquí no es para menos. Nota importante: si podéis verla en versión original, mejor. Vais a poder disfrutar de su trabajo y el del resto, sobretodo por el cambio de acento requerido por el personaje.
Para concluir, «La casa de la esperanza» es un filme aceptable que no merece tan malas críticas. Y es de las pocas veces que el cambio de título no afecta al argumento, todo lo contrario, destaca la esencia de la historia: lo que en un tiempo fue el hogar de los animales se convirtió en un refugio para unos pocos afortunados que, gracias a esos héroes desconocidos por la mayoría, pudieron ver un nuevo amanecer más optimista y reconfortador.