Para tratarse de una serie sobre superhéroes, Jupiter’s Legacy parece moverse a cámara lenta. El resultado es un drama de Netflix con gran potencial, pero frustrante por su aletargado ritmo.
Con un gran elenco, la serie comienza con un núcleo de superhéroes, con Utopian (Josh Duhamel) a la cabeza, y su progenie, la siguiente generación de héroes, todos con una gran variedad de poderes. Eso incluye a los hijos adultos de Utopian, uno de los cuales, Brandon (Andrew Horton), ha tomado el manto de héroe, mientras que su hermana Chloe (Elena Kampouris) se ha rebelado contra él.
Utopian sigue un código heroico, incluso reprende a sus hijos por su lenguaje soez, pero las cosas parecen estar cambiando. Los villanos se han vuelto más despiadados, y un acto violento contra uno de ellos produce una respuesta positiva del público, lo que obliga a Utopian a defender su perspectiva de boy scout.
Mientras que todo eso sucede en el presente, Jupiter’s Legacy (adaptación de las novelas gráficas de Mark Millar y Frank Quitely) también retrocede a los años de la Depresión, explicando cómo los primeros héroes adquirieron sus habilidades a través de una serie de flashbacks durante el transcurso de la temporada.
Jupiter’s Legacy no alcanza el nivel esperado
A pesar de que la ficción trata de dar un toque de drama en ciertas ocasiones, la trama avanza a regañadientes, mientras se desvía hacia las vidas personales de Brandon y Chloe. Esas subtramas lastran el programa, lo que hace que la última mitad de la temporada se sienta como una decepción después de su prometedor comienzo.
En el lado positivo, Jupiter’s Legacy en general se ve bastante deslumbrante y exhibe un gran estilo visual al retratar a sus héroes, con Leslie Bibb y Ben Daniels como la esposa y el hermano de Utopian, Lady Liberty y Brainwave, quienes también adquirieron poderes en ese extraño viaje.
Viendo cómo termina la temporada, el programa claramente está jugando a largo plazo, quizás anticipando con muchas esperanzas que la audiencia está dispuesta a quedarse y aguardar una continuación.
A pesar de que no se hace pesada de ver, Netflix ha jugado una mala baza en el desarrollo de esta temporada. Ha cortado el programa justo cuando la trama debería crecer y dejándonos muy poco a lo que aferrarnos. Veremos qué le depara.