Abrazando calurosamente una fórmula bien engrasada para todas las edades, Go Karts trata el género del drama deportivo desvalido tomando bastante bien todas las curvas. Después de que un adolescente recién llegado encuentra un sitio en el karting competitivo, la película toma un rumbo predecible pero enérgico. Demuestra conocer el terreno por el que conduce, y se presenta como una especie de versión australiana de The Karate Kid. Go Karts además presenta un reparto agradable compuesto, entre otros, por Richard Roxburgh y Frances O’Connor. Una película de acción de carreras dirigida por el veterano de Top Gear, Owen Trevor, y guión de Steve Worland.
Go Karts toma el género de película deportiva de una manera amigable para que los más jóvenes puedan disfrutar con una película de automóviles. Sin embargo, esa descripción simplificada ignora la energía y el encanto de la película. Incluso en los momentos emotivos, Trevor y Worland se dirigen a un territorio reflexivo y auténtico. Poco de la película es particularmente original, ni siquiera la banda sonora que bebe de diferentes estilos musicales. Pero Go Karts se atreve a construir su propio producto a partir de piezas desgastadas.
Enseñando al más puro estilo Sr. Miyagi
Esa es una hazaña que Jack (William Lodder), su mejor amigo Colin (Darius Amarfio-Jefferson) y Mandy (Anastasia Bampos), una gran mecánica, también deben abordar. Jack encuentra la paz detrás del volante. Pero, a pesar de su talento natural, carece de las habilidades, la experiencia y el kart necesarios para desafiar al arrogante hermano de Mandy, Dean (Cooper van Grootel), en los próximos campeonatos nacionales.
Cuando Jack le pide orientación al ex corredor que se convirtió en el rudo propietario de la pista, Patrick (Roxburgh), inspira una relación desvergonzada al estilo del Sr. Miyagi (intercambiando autos encerados o lijando suelos y pintando cercas por regar la tierra, lavar karts y pintar un cobertizo). Y, sin embargo, sus escenas se encuentran entre las mejores de Go Karts, todo gracias a la buena química de los actores.
Además de lucir un ambiente muy acogedor y a menudo peculiar, Go Karts marca su propio rumbo a través de la historia de Mandy. Continuamente atrapada en la sombra de su hermano y marginada por su padre que busca la gloria, es inteligente, valiente, comprometida a perseguir sus sueños de ingeniera jefe, y no dejará que nadie la deje a un lado debido a su género.
Go Karts nos deja mensajes de autoconfianza, trabajo duro, amistad y trabajo en equipo. Aunque muy tópicos, la cinta respira un aire fresco y te da un rato muy agradable y tiene un amplio tanque de combustible. Una recomendación para ver en familia en estos días de encierro.