Violet Evergarden: la eternidad y la muñeca de recuerdos automáticos

Desde que descubrí casualmente la serie de anime cuya protagonista quería conocer cuál era el significado de la palabra “amar”, quedé prendada de la historia y de los personajes. Si no sabéis de qué os estoy hablando, os invito a  conocer la serie y la crítica que hice de ella. Y para aquellos que deseabais más historias protagonizadas por este personaje, os encantará Violet Evergarden: La eternidad y la muñeca de recuerdos automáticos. Una película que continúa las maravillosas aventuras de esta joven de brazos robóticos, y que tenéis disponible en Netflix.

En esta ocasión, Violet Evergarden es requerida como profesora en una escuela femenina para dar clases a Isabella York, heredera de la noble familia York. Ella es pesimista sobre su futuro, a la vez que no siente el menor apego hacia Violet. Pero las cosas irán cambiando, y verá en esa aparente perfecta muñeca de recuerdos automáticos una vía para conseguir recuperar de algún modo el recuerdo de alguien muy querida para ella.

Nostalgia en estado puro

Si algo destaca en la mayoría de series y películas de animación japonesas, es la necesidad de tocar la fibra sensible del espectador. Violet Evergarden no es la excepción. Esta nueva historia confeccionada como filme podría tratarse de un episodio de más duración, pues sigue manteniendo los mismos elementos que ya vimos en la serie. Un trabajo que se le encarga a la protagonista, algo diferente a su función de escribir cartas, el cual no resultará tan sencillo. Pero gracias a su persistencia, aplomo y ese noble corazón que esconde tras una apariencia de muñeca de porcelana carente de sentimientos, consigue vencer obstáculos, sean cuales sean. ¿El resultado? Un bello relato cargado de emociones que provocarán el correr de alguna que otra lágrima entre los espectadores más sensibles. Me incluyo, no puedo evitarlo.

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Dirige Haruka Fujita, junto a Taichi Ishidate, encargado de la serie. La ambientación sigue siendo fantástica, los nuevos personajes están bastante bien perfilados, de modo que conectar con su historia no resulta difícil. Y siempre es maravilloso reencontrarse con los viejos amigos de Violet, a pesar de no tener demasiado peso en esta trama. Sin duda, para aquellos que nos dejamos conquistar por la temática de la serie, este episodio de 90 minutos constituye un regalo bien adornado. Una continuación que tal vez no brilla con tanta fuerza como algunos de los relatos anteriores, pero que no decepciona gracias a una buena estructura y una calidad visual inmaculada.

Violet Evargarden: La eternidad y la muñeca de recuerdos automáticos es un hermoso recordatorio de la importancia de atesorar recuerdos efímeros, de modo que perduren para siempre. Una bonita historia llena de amor y nostalgia recomendable para todos, especialmente para los fans de la serie.

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