En una era en la que la imaginación y la creatividad brillan por su ausencia, llega otro live-action de la mano de Disney. La fábrica de sueños lleva en crisis más de una década y sigue tirando de la ya desgastada nostalgia para intentar mantenerse a flote. Ahora le llega el turno a la historia del famoso y eterno niño volador que vive en el País de Nunca Jamás, en una nueva versión dirigida por David Lowery. Una pequeña película que ha ido directa al catálogo de Disney Plus con el título de Peter Pan y Wendy. ¿Qué nos ha parecido este nuevo filme del clásico?
Peter Pan y Wendy es un modesto pero efectivo filme con personajes reinventados, un origen del conflicto entre villano y protagonista y una puesta en escena original, recordando en ciertos momentos a otro de los filmes de Lowey, El caballero verde, por el aspecto sombrío de este particular Nunca Jamás. A nivel artísitico es uno de las más interesantes de los últimos live-actions vistos. Resultan muy atrayentes ciertos temas presentados y los cambios presentados en la historia, y la música de Daniel Hart junto a los temas del clásico de animación es bastante acertada. Jude Law se entrega totalmente a su papel como Capitán Garfio y Yara Shahidi es una Campanilla maravillosa.
¿Dónde radica el problema? En que no acaban de explotar su potencial. Se han tomado decisiones inteligentes en cuanto a obviar ciertas escenas de la original, y eliminar la sexualización de ciertos personajes para presentarnos otros temas con los que el público actual pueda empatizar. Pero no se aprovecha, se queda tan solo en la superfície. Y el resultado es una película entretenida, pero no brillante, cuando podría haber sido algo más. Y eso no ayuda a que los personajes de Alexander Molony y Ever Anderson se luzcan demasiado en pantalla.
No obstante, Peter Pan y Wendy es una película correcta, entretenida y con puntos positivos, como la apuesta por la inclusión, el papel de Tigrilla, mucho más activo y actual, y la escenificación tan misteriosa y melancólica, a la vez que fantástica y envolvente. Me habría gustado un poco más de riesgo, pero eso parece que últimamente da miedo.