Ayer se estrenó en Disney Plus la nueva película de Pixar, Luca. Tras el éxito de Soul, el Estudio vuelve con una historia más sencilla, pero con alma (ha sido involuntaria la relación de ideas, de verdad. Pero si lo hubiera pensado no me habría salido mejor).
Esta vez viajamos a la Riviera Italiana junto a dos jóvenes monstruos marinos que se esconden tras la piel de niños humanos en un pueblo que persigue a dichos seres fantásticos. Allí traban amistad con Giulia, y juntos se embarcarán en una pequeña aventura donde descubrirán el valor de la amistad más allá de las diferencias.
Porque, por mucho que se hable, al final esa es la clave de Luca. Es una historia sobre la amistad que surge entre seres inadaptados, diferentes a los demás, y que buscan su lugar en el mundo que les rodea. Y todo ello contado de modo sencillo, sin pretensiones, con una animación exquisita, tirando más a lo caricaturesco que a lo hiperrealista, y ambientado en un lugar cálido y luminoso. Contando con unos pocos personajes a los que desarrollar narrativamente hablando, Luca consigue que algo sencillo y sin florituras cale en el espectador.
Una fábula con diferentes interpretaciones
A pesar de guardar algunas similitudes con historias ya vistas en Disney, como por ejemplo La Sirenita, tiene alma suficiente para seguir adelante y no caer en la repetición. Es una estupenda fábula infantil sobre aceptar las diferencias de los demás. Más allá de centrarse en un grupo en concreto, podría decirse que Luca es menos específica y globaliza más al tratar dicho tema. De ahí que la interpretación variará según el espectador y, dicho de modo más coloquial, cada uno verá lo que quiera ver. Al fin y al cabo, ese es uno de los elementos más bonitos que tiene el cine: la interpretación personal, lo que una sola película puede llegar a transmitir dependiendo del espectador.
Tal vez no hay un mundo tan desarrollado a nivel creativo como requería Soul o Del Revés, pero Luca no lo necesita. Nada más empezar va muy directa a la historia que quiere contar, y no duda en echar el peso de la trama en la espalda de sus protagonistas, tres personajes con suficiente carisma para dejarte llevar por sus locuras y su entusiasmo. No necesita un gran villano, ni siquiera intereses románticos para explorar el mundo planteado. De ahí que a veces con poco pero bien hecho, se consigue más.
Tras su magnífico corto, Enrico Casarosa nos regala un viaje de ensueño desde la comodidad de nuestro hogar. Luca inaugura la temporada de verano con buena nota gracias a su sencillez, su frescura y su colorida y entrañable historia que desprende dulzura por todos lados. Pixar vuelve a demostrar su capacidad como cuenta cuentos en esta hermosa película cargada de mensajes y valores tan positivos y necesarios. Una divertida aventura veraniega que disfrutarán tanto grandes como pequeños.