En Movistar+ tenéis esta miniserie dirigida por Alejandro Amenábar, ficción que cuenta con un reparto de caras conocidas no solo en el ámbito nacional, sino también en el internacional. La Fortuna está formada por seis episodios que nos presenta una historia interesante, pero que, lamentablemente, no deja huella.
¿De qué trata? Álex Ventura (Álvaro Mel), un joven e inexperto diplomático, se ve convertido sin proponérselo en el líder de una misión que pondrá a prueba todas sus convicciones: recuperar el tesoro submarino robado por Frank Wild (Stanley Tucci), un aventurero que recorre el mundo saqueando el patrimonio común de las profundidades del mar. Conformando un singular equipo con Lucía (Ana Polvorosa), una funcionaria de armas tomar, y Jonas Pierce (Clarke Peters), un brillante abogado norteamericano apasionado por las viejas historias de piratas, Álex emprenderá la aventura de su vida, descubriendo la importancia del amor, la amistad y el compromiso con aquello en lo que uno cree.
¿Por qué algo que luce bien no funciona bien?
Como bien indicábamos, La Fortuna presenta una historia que bebe de un hecho real, y la adorna con las características propias que conforman cualquier producto de ficción para ofrecer al espectador un relato fascinante sobre tesoros y piratas. La ambientación está muy cuidada, sobre todo cuando entra en juego la historia alrededor del hallazgo o la lucha legal que sobreviene entre España y la empresa del personaje de Tucci para hacerse con el tesoro. El reparto cumple y da una interpretación a la altura de la producción. Y hay diálogos interesantes y bien pensados que ofrecen una mirada sarcástica a la España y a la América actual.
No obstante, no todo es oro en La Fortuna. Tras un arranque bastante intrigante y bien presentado, nos encontramos con escenas y personajes mal desarrollados, y con un final que deja muy indiferente. El último episodio tira de clichés y gags que dan vergüenza ajena, y dejan un sabor amargo después de haber saboreado un producto que prometía ser algo más exquisito. Al final, lo nuevo de Amenábar nos deja con una miniserie que va a trompicones, de más a menos, y la sensación que deja en el espectador no es de decepción total, pero tampoco de satisfacción. Ni contar con Stanley Tucci salva a La Fortuna de este viaje tortuoso.
En conclusión, es una miniserie entretenida en su mayor parte. Los actores lucen en pantalla, sin ser este el mejor trabajo de su carrera. Aunque también tenemos algunos de renombre que pasan sin pena ni gloria y cuya participación en la producción será olvidada rápidamente. Se nota que le han puesto ganas, pero no se han esmerado en cuidar todos los detalles. Y es una pena, porque podría haber sido una gran serie para los fans de las historias de tesoros y piratas. ¡Y encima de la casa! Pese a ello, si os animáis a verla y os centráis en lo bueno, La Fortuna puede conseguir remar contra viento y marea y llegar a puerto, aunque corriendo el riesgo de ser fácilmente olvidada.