Entre los últimos estrenos de Netflix (que no son pocos y no nos da la vida para estar al día) se encuentra una entretenida comedia familiar. Tras verla, nos interesamos por leer algunas impresiones, y en general, eran bastante negativas, algo que nos sorprendió. Así que, decididas a hacerle justicia, hoy os traemos la crítica de El día del sí, una película con un mensaje positivo, un humor muy sano y cuya función es reunir a la familia para pasar un rato ideal.
El día del sí nos muestra la vida de Allison (Jennifer Garner), quien tiene una familia estupenda compuesta por Carlos, su marido (Édgar Ramírez), y sus tres hijos Katie (Jenna Ortega), Nando (Julian Lerner) y Ellie (Everly Carganilla). Sin embargo, estos tres la ven como una dictadora porque siempre está diciendo NO a todo. Por ello, siguiendo el consejo de un empleado de la escuela que también es padre, decide junto a Carlos conceder a sus hijos un YES DAY, en el que durante 24 horas los niños mandarán. Y así, toda la familia se embarca en una aventura vertiginosa en torno a Los Ángeles, con momentos marcados por un humor muy blanco, lo que hace que la película sea ideal para ver con hijos pequeños.
Sí, somos sinceras. No es la comedia del año, ni pretende serlo. Pero transmite buen rollo y valores necesarios. El día del sí es una película para pasar un buen rato. Nos muestra los retos de la paternidad/maternidad desde una perspectiva bastante realista, tiene sus momentos cómicos y los tópicos característicos de las comedias norteamericanas, y un final ideal para una trama familiar. Pero es muy transparente en lo que quiere transmitir, y es el encontrar un punto de unión entre todos los miembros de la familia. El día del sí, un día que ayuda a sus protagonistas a encontrar ese vínculo que habían dejado de ver, pero que seguía ahí, como un hilo rojo.
Si buscáis un entretenimiento fácil, sin pretensiones pero que os deje buen sabor de boca, El día del sí es una película apropiada. Su reparto, sin destacar, cumple. Garner es ya veterana en lo referente a comedias, y Édgar Ramírez se desenvuelve bastante bien. Así que, pese a no ser un producto de cinco estrellas, tampoco es tan horrible como lo pintan muchos.