Hemos tardado en hablaros de una de las mejores series del año pasado y que podéis disfrutar en Disney+. Sí, porque en la plataforma no solo encontraréis productos de Marvel o Star Wars. También tenéis esta ficción basada en hechos reales titulada Dopesick: Historia de una adicción. Una miniserie de un suceso escalofriante que, gracias a unas magníficas interpretaciones os destrozará y removerá por dentro.
Dopesick nos transporta al epicentro de la lucha contra la adicción a los opioides que se libró en Estados Unidos, desde la sala de juntas de Purdue Pharma a una castigada comunidad minera de Virginia, pasando por los despachos de la DEA. Una crisis que ha causado más de medio millón de víctimas mortales desde 1999.
Con una narrativa sencilla y directa, la serie nos sumerge en un descenso en picado a los infiernos. A través de varias líneas argumentales, vemos los inicios del OxyContin y las consecuencias de dicho fármaco en varias víctimas, mientras la farmacéutica saca beneficios de la desgracia ajena. Sin duda, es una ficción difícil de ver, y más sabiendo que esta es una pequeña representación de las miles de historias que hay detrás de dicha realidad.
Las actuaciones son excelentes. Michael Keaton y Kaitlyn Dever están espectaculares, y sus interpretaciones son extremadamente desgarradoras por la evolución de sus personajes una vez el fármaco llega a sus vidas. Will Poulter ofrece una imagen menos ruda en su papel como comercial de la empresa, para sorpresa y satisfacción personal. Y Michael Stuhlbarg está magnífico como siempre jugando sus cartas como antagonista de la historia. Un actor que nunca defrauda. Peter Sarsgaard, John Hoogenakker, y Rosario Dawson cumplen notoriamente en un segundo plano como aquellos miembros que removieron cielo y tierra para inculpar a la familia Sackler.
Dopesick: Historia de una adicción es un drama muy solvente sobre un relato impactante. Un retrato conmovedor y cruel sobre el sufrimiento de las víctimas de un sistema homicida. Sí, sucedió lejos de aquí, pero lamentablemente son sucesos que se sienten cercanos, pues la corrupción y la avaricia abundan en el mundo empresarial a nivel global, sin importar a quién se lleven por delante para su beneficio propio.
Excelente realización, interpretaciones sobresalientes y ocho episodios adictivos. Eso sí, no recomendable para períodos de bajón, porque la serie te partirá el alma en varias ocasiones. Y aunque el final sea satisfactorio para los espectadores, la carga emocional que tiene la miniserie es potente. Si estás preparado/a para hacer frente a su historia, no te arrepentirás. Vale la pena.