La semana pasada finalizó la nueva serie de Marvel que introducía a un personaje nuevo en su universo audiovisual. Moon Knight (Caballero Luna) ha resultado ser una producción muy personal, con sus cosas buenas y sus cosas malas. A continuación, analizamos lo que nos ha gustado y lo que podría haber sido mejor.
Un nuevo personaje complejo y misterioso
Caballero Luna tiene grandes ideas y una presentación de personaje bastante definidos y muy interesantes. Está claro que en esta nueva fase Marvel apuesta por las almas atormentadas y está siendo un gran acierto. En Bruja Escarlata y Visión vimos a una Wanda sumida en una depresión profunda debido a la pérdida y cómo su dolor la llevó a crear un mundo totalmente irreal para conseguir la paz y la estabilidad que necesitaba. Ahora en Caballero Luna, a través del protagonista, se da visibilidad al trastorno de personalidad múltiple. Y todo ello rodeado de una historia donde se mezclan el género super-heroico, el thriller y el cine de aventuras.
¿El resultado? Una serie de seis capítulos que saben a poco para introducir una mitología completamente nueva y un personaje tan complejo en un universo tan estructurado (hasta ahora) como es el UCM.
Lo mejor, sin duda, es Oscar Isaac. Es de agradecer que por fin en estos últimos años esté consiguiendo trabajos en los que se le permita demostrar su talento, y en Caballero Luna aprovecha al máximo la oportunidad. Su actuación es fantástica. Sabe mezclar muy bien el humor con los momentos dramáticos. Y se nota que ha hecho suyo el personaje. Tras esta presentación, los fans querrán saber más de este inquietante personaje y todo lo que le rodea.
La compañera de reparto de Isaac, May Calamawy, también es uno de los puntos positivos de la serie. Su papel como Layla El-Faouly se compagina estupendamente bien con el protagonista, y a pesar de no tener tanto desarrollo como otros personajes secundarios vistos en anteriores producciones, lo visto de ella convence. Y tras su momento estrella en el último episodio, hay ganas de ver cómo evoluciona, y qué papel desarrollará en el futuro.
La música está muy bien seleccionada, y es otro de los elementos a favor que favorecen la ambientación en la producción.
Una historia a medio explorar
Como primera serie que introduce a un personaje y una mitología nuevos, Caballero Luna consigue atraer la atención de los espectadores, especialmente de los fans. No obstante, no todo es perfecto.
Se ahonda poco en el villano principal interpretado por Ethan Hawke, quedándose finalmente en una anécdota sin más. Una pena, pues nos encanta el actor.
Además, una vez vistos los seis episodios, se siente como un producto individual de Marvel. Desconocemos si hay intenciones de conectarlo con el UCM, pero de momento parece algo difícil (no imposible) de conseguir. Viéndola me recordaba más a Percy Jackson que a una película de super héroes, por su conexión con el género de aventuras y la mitología de civilizaciones antiguas. Y ese es otro punto que hace de la serie un producto irregular. Mezcla varios géneros que no siempre funcionan bien, y como resultado tienes seis episodios con momentos buenos pero con un desarrollo atropellado.
También, uno de los puntos en los que flojea últimamente cualquier producto audiovisual es el CGI. De nuevo se ve poco pulido en muchas escenas de acción y sin duda, el resultado no es tan impresionante para el presupuesto de una producción como esta.
En resumen, Caballero Luna es un producto interesante, con momentos notorios, y una presentación satisfactoria del inmenso universo de deidades de la cultura egipcia. Aun así, seis episodios se quedan cortos para una historia tan compleja y unos personajes curiosos pero poco desarrollados. Es una serie que no llega a desarrollar todo el potencial que contiene. Lo mostrado deja buen sabor de boca, pero no impresiona. No sabemos lo que tendrán pensado para el personaje, pero esperamos que no se quede en el olvido y veamos más de él en próximos proyectos, sea película o serie. Una nueva mitología llena de dioses y monstruos llega al UCM. Habrá que ver cómo consiguen que todo fluya sin atropellarse en el intento.