Antes de ser estrenada, ya dio mucho de qué hablar. Más para mal que para bien. Sin embargo, eso no ha frenado a los miles de fans de Disney y el clásico de animación de ir al cine y ver este nuevo live-action acompañado de tanta polémica. Ayer pudimos verla, y hoy os traemos la crítica de Aladdín. Si queréis saber qué nos ha parecido, os invitamos a seguir leyendo.
Puntos fuertes
Personalmente, la disfruté bastante. Por ello, empezaré destacando lo que me pareció más memorable y, a continuación, aquello mejorable de la trama. Porque, siendo sinceros, hay cosas que chirrían. Aun así, viendo el resultado final, Aladdín es un producto entretenido que pueden disfrutar tanto las nuevas generaciones como las que nos criamos con esos personajes animados llenos de carisma y humor. La clave para dejarte llevar es no comparar, porque siempre (o casi siempre) ganará el clásico. De ese modo, si consigues sumergirte en el filme, podrás ver las cosas buenas.
Un reparto con chispa y química
Es curioso que el personaje más querido de la película de animación no es el protagonista de la historia, sino uno de los secundarios de lujo, que ocupa una posición encumbrada en los corazones de muchos: el Genio. De ahí que todos temiéramos quién iba a ser el elegido para darle vida en el remake. Cuando se dio a conocer que Will Smith sería el encargado de ello, respiré aliviada. Tenía muchas esperanzas puestas en él, y puedo decir que no decepciona. Siendo totalmente distinta a la interpretación de Robin Williams, pero fiel a su estilo, el actor se lleva el personaje a su terreno, dándole un aire más fresco y moderno. Así, tal y como sucedía en el clásico, las escenas del Genio son lo mejor de la película.
Me ha gustado también el buen rollo entre Smith y Mena Massoud, quien da vida a Aladdín. Juntos comparten momentos divertidos y bailes llenos de ritmo. Por otro lado, tenemos a Naomi Scott, una notable Jasmín, que lleva el personaje más allá de lo que veíamos en la película de animación. El resultado es una princesa adecuada a los tiempos actuales, como ya sucedió con Bella. En cuanto a si hay química entre Aladdín y Jasmín, a mi parecer, está presente, aunque también tratada de otra forma, sin tantas cursilerías. No obstante, gustará a los más fans, pues Scott y Massoud quedan muy bien en pantalla.
No tengo mucho que añadir sobre el personaje de Nasim Pedrad. Tiene algún momento destacable, pero poco más. Dentro del enfoque dado al filme, cumple, sin restar protagonismo a los principales.
Ambientación llena de fiesta y color
Si algo destaca en la película de 1992 es el colorido de sus escenas. En el live-action mantienen bastante ese aspecto. Tanto el vestuario (impresionante, por cierto) como los números musicales están cargados de vivos colores que saturan la vista del espectador. Eso, mezclado a la estética del director (que acostumbra a usar una fotografía con tonos más oscuros y sombreados) le da un toque interesante al filme, diferente y más arriesgado.
Gran banda sonora con nuevas incorporaciones
Poder disfrutar una vez más de los temas que nos encantan es algo por lo que ya vale la pena ir a verla si te gusta la música de Aladdín. Los arreglos musicales a cargo de Alan Menken son increíbles, me han gustado muchísimo, como ya sucedió con La Bella y la Bestia. Aunque no me acabó de convencer la manera de introducirla, la nueva canción interpretada por la princesa es brutal, sobretodo por el mensaje tan actual que transmite. Una vez más, los personajes femeninos de la compañía dan un paso adelante.
Si tenéis la oportunidad, escuchad la banda sonora en inglés para apreciar el gran trabajo del reparto. Pero, como defensora de las grandes voces que tenemos en España, he de decir que el doblaje está bastante acertado, sobre todo Nikki García, como Jasmín. ¡Vaya vozarrón!
Puntos flojos
A pesar de habérmelo pasado súper bien en el cine, quiero ser sincera conmigo misma. Por eso, tengo que destacar también aquello que me pareció mejorable de la película.
Jafar, un villano de papel
Con perdón de Marwan Kenzari, que seguro que ha hecho lo que ha podido. Pero, sintiéndolo mucho, me faltaba un villano imponente, menos atractivo (es decir, que diera grima, como el animado) y con más poder del representado en la película. Es uno de los cambios con los que me ha costado conectar. Y para colmo, en español solo podía oír la voz de Sheldon Cooper en boca del personaje. De nuevo pido perdón a Fernando Cabrera, pues hace un excelente trabajo, pero no me ha parecido la mejor opción en este caso.
CGI de principiantes
Sí, me duele decirlo, pero la película flojea en ese aspecto. Al menos, en ciertos momentos, sobretodo con el Genio azul y Abu. Sorprende que una gran producción como esta no sea más cuidadosa con los efectos especiales.
Dicho esto, ¿es Aladdín el peor live-action de Disney hasta la fecha? No lo creo. Por supuesto, cada uno tiene su opinión. Sin embargo, creo que cuenta con elementos muy interesantes e innovadores que la hace más que entretenida. Y, sinceramente, a pesar de no ser perfecta, como habéis podido apreciar, la he disfrutado bastante. Así que tal vez mis impresiones no sirvan de mucho para un ojo más crítico que el mío. Vosotros decidís.
¿Estáis de acuerdo con nuestra crítica de Aladdín? ¿O tenéis otra opinión al respecto? Dejádnosla en los comentarios.