La última vez que el cine nos mostraba a un tierno anciano dejando todas sus posesiones a su cuidadora de buen corazón, resultó ser una de las mejores películas del año. Puñales por la espalda de Rian Johnson deslumbró con su elenco de estrellas, una trama apasionante y un ingenioso sentido del humor. Casi podría ser una versión moderna de una obra de Agatha Christie. Dangerous Lies (Mentiras Peligrosas) comparte similitudes con la anterior producción al mostrarnos a un anciano rico y a su pobre cuidadora, pero ahí acaban todas las similitudes. La nueva película de la plataforma Netflix carece de gusto, de dirección y de un guión que dé la emoción que un misterio como este suele necesitar.
Dangerous Lies sigue a Katie (Camila Mendes). A pesar de querer acabar sus propios estudios, está decidida a dejarlos de lado temporalmente para apoyar a su esposo, Adam (Jessie Usher), para que pueda encaminar su carrera. Por esta razón, acaba trabajando como cuidadora de un hombre llamado Leonard (Elliott Gould). Durante los cuatro meses que ha trabajado para él, ambos traban una buena amistad, y el anciano se ofrece incluso a ayudar en sus problemas económicos.
Cuando las cosas parecen que empiezan a ir mejor para la pareja, Leonard fallece. La detective Chesler (Sasha Alexander) es la encargada de investigar si su muerte ha sido todo lo natural que parece haber sido. Todo empieza a complicarse cuando, tras el funeral del anciano, sale a la luz que Leonard ha dejado todas sus posesiones a Katie.
Dangerous Lies es una gran decepción
Un buen thriller es aquel que mantiene al espectador nervioso en su asiento, buscando entre todos los sospechosos un gestó extraño o una historia que no encaje. Te mantiene en expectación ante cualquier giro que dé la trama. Dangerous Lies no hace nada de eso. Aunque intenta ofrecer un misterio con ligeros toques de terror, como las invasiones de la casa, o los secretos de una enorme mansión, la película carece de emoción. De hecho, la única vez que la película consigue que casi nos dé un vuelco el corazón, es cuando Katie pisa una trampa para ratones. Y como digo, casi lo consigue.
La trama que encontramos si raspamos toda la superficie parecía bastante interesante. Pero está enterrada debajo de un guión tan mal desarrollado que no consigues apreciarla. Con tan solo un par de escenas al principio de la película, casi puedes ver cómo va a acabar todo el asunto. Aunque más o menos consiguen hilar todos los pequeños detalles y encajar todas las subtramas, al final te preguntas para qué se invirtió tanto tiempo en crear tanta trama secundaria. Todo ese tiempo podría haber estado dedicado para fortalecer la historia central y conseguir crear un misterio decente.
Dangerous Lies debería ser renombrada como «Disapponting Lies» (Mentiras Decepcionantes), porque es precisamente eso lo que es. Porque al final el único peligro real de la película es que las mentiras no son realmente mentiras cuando puedes ver a través de ellas.
