Chaos Walking adapta la primera novela de Patrick Ness de su saga homónima El cuchillo en la mano. Esta es una de esas novelas complicadas de adaptar debido a su trama y desarrollo. A pesar de todo, el director Doug Liman junto a todo el equipo de redacción y producción han intentado adaptarla lo mejor posible para que sea un producto aceptable. Pero solo consigue eso: ser aceptable.
Chaos Walking nos sitúa en el año 2257. En un lugar llamado Prentisstown, todos los hombres intentan manejar su «ruido» (sus pensamientos, que en este mundo se da de forma audible y visible) mientras mantienen una apariencia de vida civilizada. A la mujer no se la ve por ningún lado. Extinta debido a la misma condición que les dio a los hombres el ruido. Es aquí donde vive Todd (Tom Holland), el último niño del pueblo. Porque esto es algo relevante, la película no parece dejarlo muy claro. Sea como sea, con la llegada de una joven del espacio (Daisy Ridley), su mundo se pone patas arriba y todo lo que creía saber empieza a desmoronarse.
Una producción aceptable
Una pequeña parte del hilo principal de la trama del libro se ve claramente visible a lo largo de la producción. Sin embargo, los guionistas, entre los que se encuentra el propio autor, han reescrito gran parte de la trama. Este hecho solo ha hecho que, si la novela ya presentaba una trama poco creíble, al anular ciertos elementos que son los que hacen avanzar la trama, la película pierda totalmente el sentido. El que la trama avance a un mejor ritmo que la novela es una ventaja y un inconveniente, ya que no le da tiempo a desarrollar el por qué suceden las cosas.
Mads Mikkelsen y David Oyelowo como los dos villanos de la trama fueron grandes elecciones. Durante la primera parte de la película, infunden cierto temor y pueden parecer grandes amenazas. Pero cuando llegan los grandes enfrentamientos entre ellos y los protagonistas, esa amenaza se queda en nada y pierden toda la fuerza acumulada a lo largo de la trama. Dos grandes actores desperdiciados.
En cuanto a los protagonistas, a pesar de contar con Holland y Ridley, la trama no mejora. Holland parece que lleve el motor apagado en gran parte de la película, como si al tratar de reprimir sus pensamientos también se reprimiera a sí mismo. Ridley por otra parte tiene un poco más de fuerza, pero no la suficiente como para salvar la producción.
El hecho de saber que en la adaptación de la novela se ha contado con el autor para formar parte del guion debería ser una buena señal. Pero Ness parece no tener claro qué era relevante para esta primera parte, y qué era mejor omitir para la secuela. Además, gran parte del guion parece estar centrado en tratar de hacerlo ininteligible, a expensas de tratar los dilemas morales del libro.
Una producción que ha sufrido mucho para poder llegar a estrenarse, pero que realmente no ha valido la pena la espera.