Hace una semana que Amazon estrenó la esperada Borat 2, la continuación de las aventuras del cuarto mejor reportero de Kazajistán interpretado por Sacha Baron Cohen. Con su particular uso de la comedia para relatar a la sociedad americana, Cohen vuelve igual de fuerte que siempre y con los mismos revuelos mediáticos que la última vez. Esto nos ha parecido…
I go to Amerrrrica
Tras pasar 14 años realizando trabajos forzosos, el gobierno kazajo decide liberar al periodista Borat. La liberación lleva consigo una condición: Borat (esta vez acompañado de su hija) debe viajar a Estados Unidos para entregarle un soborno al vicepresidente Mike Pence, en medio de las elecciones presidenciales de 2020 y la pandemia de COVID-19. Segunda entrega de la comedia rodada en estilo de falso documental producida, escrita y protagonizada por Sacha Baron Cohen.
Cuando lo triste hace gracia y la gracia reflexión
No hay duda que si algo hizo Sacha Baron Cohen en 2006 con Borat fue decirnos cómo era la sociedad americana. O al menos hasta donde podía llegar a ser. Catorce años después la cosa no ha mejorado, y por eso nuestro reporte favorito ha venido a hablar de ello. Y es que si de algo sirve Borat 2 es para decir que las cosas no están bien y que hay que ir a votar a toda costa para tener una sociedad mejor.
¿Cómo hace esto? Poniéndose mil prótesis, mil vestimentas, mil pelucas y barbas falsas e ir a las diferentes asociaciones, grupos políticos y diferentes clases sociales americanas para hablar de temas como el racismo, el aborto, feminismo, el coronavirus o la política.
Estas charlas son perfectas, por dos razones: La primera, porque son charlas completamente ofensivas a la vez que hilarantes. Son estúpidas a la vez que informativas. Es un análisis completamente empírico y reflexivo desde un medio completamente cómico. Todo esto se debe a que S. B. Cohen es muy listo, y es que para hacer una buena broma hay que ser muy listo, que es de persona lista saber usar la broma como arma contra una injusticia, y S. B. Cohen lo hace.
La segunda razón se debe a su nuevo fichaje, la hija de Borat, Tutar (interpretada por Maria Bakalova). En la anterior entrega era graciosísimo, y a la vez perturbador, las charlas que tenia Borat con los diferentes colectivos con los que se reunía. Pero en esta entrega esto se eleva con la participación de Tutar. Las bromas pueden ir más allá de lo que Cohen conseguía solo y las situaciones incómodas aumentan una tras otra (algo que no parecía nada fácil).
Además de lo mencionado, hay que añadir que en esta entrega sí que vemos dos aspectos que difieren mas de la primera entrega. Por un lado, sí que es verdad que aun la elaboración de los gags y de las situaciones surrealistas que hay en esta entrega, se pierde ese efecto sorpresa que tanto nos sorprendió su predecesora, no te pilla tanto por sorpresa porque ya sabes lo que vas a ver (aunque por otras cosas sí que consigue sorprenderte, y mucho).
Por otro lado, la primera entrega tenia una estructura que básicamente era una road-movie en la que ese viaje en carretera iba ofreciendo diferentes charlas con colectivos. Carecía de una estructura de película, y eso en cierta manera le daba un realismo y una autenticidad bastante grande.
En esta segunda entrega, aunque sigue jugando la misma carta, sí que se dota de una estructura más cinematográfica que no la anterior. Todos los pasos que da el protagonista van hacia un objetivo, y la conectividad entre su inicio y su final esta muy construida. Esto hace que, aun creyéndote los testimonios de la gente, en algún momento dudes de qué es realidad y qué es ficción (lo digo más como algo destacable que como una crítica).
Una última cosa a añadir sería cómo la propia película se ha adaptado a las situaciones que vivimos, ya que originalmente fue elaborada como panfleto informativo de cómo está actualmente EEUU y sobre todo impulsar el voto para evitar el próximo mandato de Trump- Pero a mitad del rodaje apareció la pandemia de coronavirus, y lejos de cancelar el proyecto, se adaptó a las circunstancias y siguió con el relato de una manera desternillante. Solo hay que ver la sucesión de gags que hay en la peli entre Borat y dos compañeros de pandemia republicanos.
Conclusión
Borat 2 es divertida, perturbadora y alocada.
Seguramente es la película que necesitábamos este 2020.
Tan solo hay que ver cómo ha dado de qué hablar en las grandes esferas americanas:
https://twitter.com/RudyGiuliani/status/1319031305120657410?s=20
https://twitter.com/SachaBaronCohen/status/1320074185268469762?s=20
https://twitter.com/SachaBaronCohen/status/1321230276878430214?s=20
