Llega a nuestra cartelera de noviembre Años de sequía, thriller australiano protagonizado por Eric Bana que entraría dentro de la categoría “policía investiga en su pueblo natal un asesinato mientras el pasado le persigue”. ¿Estará a la altura de otros títulos similares como, por ejemplo, la reciente miniserie Mare of Easttown?
La sequía de Australia
Después de una ausencia de más de 20 años, el agente federal Aaron Falk vuelve a su pueblo natal para asistir al funeral de su amigo de la infancia, Luke, a quien se acusa de haber matado a su esposa y su hijo antes de quitarse la vida, víctima de la locura que ha hecho estragos en la comunidad, tras más de una década de sequía. Cuando Falk, a regañadientes, acepta quedarse e investigar el crimen, reabre una vieja herida: la muerte de Ellie Deacon, cuando tenía 17 años de edad.
Falk comienza a sospechar que estos dos crímenes, separados por décadas, están conectados. En su esfuerzo por demostrar no solo la inocencia de Luke, sino también la suya propia, Falk tiene que enfrentarse a los prejuicios en su contra y a la ira reprimida por una comunidad aterrada.
Equilibrar los misterios
El thriller es uno de los géneros más antiguos y trabajados en la industria cinematográfica y televisiva. Pero no solo es uno de los géneros más trabajados. También es uno que (sobre todo recientemente) ha aumentado la calidad a niveles estratosféricos. Cada vez el espectador exige más a este género. Este tipo de películas cada vez están bajo una mirada mucho más crítica que antes. ¿Consigue Años de sequía pasar este filtro con buena nota? Pues la verdad, es aprobada pero con una nota básica.
La película, como decíamos en la premisa, se basa en dos tramas paralelas: la muerte que investiga en el presente el personaje de Bana, y el crimen que se cometió cuando él tenía 17 años. Dos propuestas llamativas que no están bien “equilibradas”.
Por un lado, todo lo relacionado con la muerte e investigación de Ellie Deacon (el pasado) es muy efectivo. Si esto es así, es gracias a un componente emocional muy bien trabajado. Te presentan a Ellie, la entiendes, empatizas con ella y te encariñas con su personaje hasta el punto de querer saber profundamente qué pasó realmente con ella.
Deseas que todos los rumores, habladurías y sospechas que se van diciendo durante la película queden disipadas para saber la verdad. Además, mantienen muy bien el misterio de lo que ocurrió con ella. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué? ¿Cómo? Son preguntas de las cuales no tienes una respuesta clara hasta el último momento.
Pero por otro lado, todo lo relacionado con la investigación de Bana por la muerte de Luke y su familia carece de fuerza. El problema principal de esta parte es que la investigación es farragosa y pesada, va de una pista a otra de una manera inconexa e incluso aleatoria. Por poner un ejemplo (sin entrar en territorio spoilers), hay un total de X interrogaciones las cuales son un poco “sacadas del sombrero” y que encima no tienen casi fuerza.
Esto es un problema grande, ya que si toda la película se basa en una investigación policial la cual está mal planteada, ¿qué nos queda? Además, entremedio de toda la investigación se habla constantemente (por parte de diferentes personajes y diferentes posturas sobre el tema) de la trama del pasado, aportando más peso a esta que a la del presente. ¿No habría sido más fácil (y mejor para la historia) que el motivo por el que el protagonista volvía a su hogar fuero otro que no una investigación?
Dejando de lado los dos aspectos más importantes, podemos destacar la actuación de Eric Bana y BeBe Bettencourt (Ellie en la película). Estos dos (sumados a una muy correcta banda sonora de Peter Raeburn) dan fuerza al relato. Pero esta no es suficiente para conseguir disfrutar del relato plenamente.
Conclusión
Años de sequía es un thriller que, sin ser malo, sí que deja frío. Un mal equilibrio entre las historias lastra en determinadas partes la película. Pero que si te quedas con sus logros (historia del pasado, Bana, Bettencourt y su banda sonora) puedes disfrutarla mínimamente.