Si algo encaja perfectamente en A dos metros de ti son Haley Lu Richardson y Cole Sprouse. Los dos protagonistas de este drama juvenil han demostrado gran química juntos en pantalla.
Por otra parte, las actuaciones de Moises Arias, interpretando a Poe, el mejor amigo de la protagonista, y Kimberly Hebert Gregory, la enfermera Barb, han aportado mucho más sentimiento, si cabe, a la trama.
Necesitamos estar cerca de las personas que queremos casi tanto como el aire que respiramos.
La película nos habla sobre dos pacientes adolescentes, Stella (Haley Lu Richardson) y Will (Cole Sprouse), quienes participan en un ensayo clínico que intenta curar la enfermedad que amenaza con acortarles la vida.
Stella es una chica positiva y a través de su canal de YouTube ha relatado su experiencia con la fibrosis quística para dar apoyo a otros en su misma situación y para demostrar que está bien al resto del mundo. Will, por otra parte, es un artista aficionado y malhumorado que está cansado de combatir su enfermedad. Estos dos chicos opuestos se detestan desde el primer momento en que se conocen. Pero el odio lleva al coqueteo, y el coqueteo a las citas, y las citas a expresiones de amor interminable.
Gracias al trabajo conjunto de todo el equipo junto a la fundación Claire’s Place e inspirada por una guía realizada por la Fundación de la Fibrosis Quística, la película ha tratado el tema de esta enfermedad de la forma más precisa posible. La regla de los dos metros (o seis pies) para los pacientes de FQ es vital para evitar la propagación de bacterias peligrosas. Por lo que los abrazos, los besos y las manos están fuera de lugar para ellos. Ver a los dos protagonistas encontrar formas furtivas de estar juntos es el corazón de esta película.
Pero nunca entendí la importancia del contacto, de su contacto…
El guión de Mikki Daughtry y Tobias Iaconis tiene un brillo y un ánimo adolescente que le dan un ritmo inteligente a la película, y Sprouse (Riverdale) y Richardson forman una de las parejas más adorables de las películas recientes del género. No solo quieres lo mejor para ellos, sino que también crees que puede suceder.
Un romance «prohibido» que consigue darnos una perspectiva de algo tan dramático como es el entusiasmo por la vida y la aceptación de la muerte.