Me gustaría explicaros la relación del título con la crítica de esta película que, siendo decepcionante para muchos, también lo ha sido para mí. Ya estaba avisada; aun así, decidí darle una oportunidad.
Y es que “El Círculo” tenía muchos ingredientes suculentos para convertirse en una buena película que nos hiciera reflexionar sobre los peligros de la tecnología. Sin embargo, tras visionarla acabas preguntándote: ¿cuál es el mensaje? ¿critica el exceso de comunicación o está a favor de la transparencia completa de cada persona, sacrificando cualquier aspecto de su privacidad?
La protagonista, interpretada por Emma Watson, nos crea incertidumbre a medida que avanza la trama, y se hace difícil empatizar con ella. Simplemente, me pareció irrazonable su forma de actuar. Al acabar la película, es una persona totalmente distinta a la que conoces en la primera escena, y no puedo decir que su evolución sea positiva.
El resto del reparto está poco explotado: Tom Hanks no tiene ningún peso en el argumento, a excepción de ser el jefe de Watson y de la empresa para la que trabaja (Este veterano actor merece un papel con más chicha, por favor). ¿Y qué decir de John Boyega? Todavía estoy intentando averiguar su rol en la historia. Una pena, pues creo que este chico tiene potencial y su personaje podría haber sido de gran importancia en la trama. Sucede lo mismo con Karen Gillan, la amiga de la protagonista, quien desaparece por momentos para luego intercambiar cuatro frases con Watson poco aprovechadas.
En cuanto a la estructura del filme, también hay mucho de qué hablar. Los primeros minutos, aunque transcurran los hecho de manera algo precipitada, consiguen captar la atención. Eso sí, podrían habernos presentado a los personajes con algo más de argumento. No obstante, lo que comienza de manera aceptable, va en declive a mitad de película, y nos lleva a un desenlace sin sentido en apenas cinco minutos. Y así es cómo se echa a perder una buena historia: con un guión y un montaje cutres.
Como conclusión, tenéis ante vosotros una película que no ha conseguido su objetivo: que los espectadores conecten con el argumento y con sus personajes. De lo peor que nos deja este 2017.
¿Opináis igual?