La casa real británica ha vuelto a ser la protagonista este diciembre pasado gracias al estreno de la segunda temporada de «The Crown», una de las series más populares de Netflix. Si sois amantes de las producciones británicas de gran calidad, en este post os damos razones más que válidas para no perdérosla.
Claire Foy, la perfección absoluta
Si algo se puede destacar de la temporada anterior por encima de todo son las maravillosas interpretaciones del reparto. Una sublime Claire Foy se ensalza con cada paso que da, cada frase que sale de su boca. Todo en su actuación está perfectamente cuidado para darnos una visión muy auténtica de la monarca británica. Y en esta temporada, puesto que encarna a una mujer más madura que en la anterior, nos ofrece una interpretación más adulta y seria, acorde a los acontecimientos ocurridos durante una década.
Un reparto exquisito
Matt Smith, Vanessa Kirby, Pip Torrens… todos ellos nos regalan increíbles interpretaciones de sus personajes en cuestión. Cabe destacar las incorporaciones de esta temporada: Matthew Goode como el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, Anton Lesser como el primer ministro Harold Macmillan, y Michael C. Hall y Jodi Balfour como el matrimonio Kennedy. En conjunto, todos ellos son uno de los puntos fuertes de la serie.
Una trama con más giros
La historia se sitúa desde 1955 hasta 1964, unos años llenos de cambios en torno a la vida de la reina. Con mucha neutralidad y realismo, cada episodio destaca las dos caras de la moneda. Todos guardamos secretos, y nadie es tan bueno. Y la casa real británica no se libra de ello. Un guión bien estructurado nos plasma los trapos sucios de muchos de los personajes en cada episodio que veáis, sin posicionarse en ningún bando, sin rendir pleitesía. El lado más humano de la realeza se vislumbra en todo momento, sea en situaciones ocurridas históricamente hablando o fictícias.
Una dirección artística de lujo
“The Crown” vuelve a cautivarnos una vez más en la escenografía. Impresionante. ¿Y el vestuario? Maravilloso, un regalo para amantes de la alta costura, servidora incluída. Además, la fotografía de la producción es excelente, dejándonos unos planos hermosos dignos de disfrutar a cámara lenta.
En conclusión, “The Crown” vuelve a darnos un drama de calidad, una serie que no puede faltar en tu lista si eres fan de las producciones británicas. Uno de los proyectos más caros de Netflix que vale la pena visionar. Es una lástima perder a sus actores protagonistas en la próxima temporada. ¿Será Olivia Colman digna sucesora de Claire Foy? Ya veremos.